El destino entrelazado de dos mujeres, en dos ciudades y dos épocas diferentes El voluptuoso mundo del vino ha unido a Silvia y Mateo en una relación tan intermitente como apasionada, donde nunca hay preguntas ni tampoco respuestas. Pero ella sigue atormentada por el dolor de hace muchos años: en 1989 el cadáver de su hermana mayor apareció en el monte Artxanda, salvajemente mutilado, y desde entonces el asesino sigue libre, sin que las investigaciones —primero de la Policía Nacional, y luego de la Ertzaintza— hayan logrado sustanciales avances. Un día, Mateo recibe el correo electrónico de una desconocida que le propone leer la novela Secretos del Arenal: una historia de intrigas, venganza y supervivencia situada en la Sevilla de postguerra, una ciudad acosada por el hambre, la miseria y la represión política. Mateo no sabe que es la propia Silvia quien le manda ese correo, y por supuesto desconoce qué claves se esconden tras las lectura de esa novela. En la más reciente novela de Félix G. Modroño, galardonada con el XLVI Premio Ateneo de Sevilla, el destino parece entretejer las historias de dos mujeres, en dos ciudades diferentes separadas por más de mil kilómetros y con casi medio siglo de diferencia. Quizás el Arenal —el de Bilbao o el de Sevilla— aún oculte las claves de un misterio nunca resuelto, y quizás un libro contenga las repuestas a las preguntas que nunca se formularon.
Félix G. Modroño me conquistó con La ciudad de los ojos grises. Cuando leí esta novela hace tiempo no esperaba encontrar una historia tan bonita ni una prosa tan elegante, tan cuidada. Hace algunos días hice un pequeño sondeo de opinión a través de las redes sociales, preguntando lo que a cada lector le resultaba prioritario a la hora de leer una novela, si una buena historia de narrativa mediocre o una historia sin demasiado gancho con una narrativa impecable. Yo he de reconocer que me resulta mucho más fácil continuar leyendo cuando resulta una delicia pasearse por las letras, aunque aquello que me están contando no resulte demasiado de interés. No me sucede lo mismo cuando se da lo contrario, ha habido historias con bastante potencial que no he degustado como debiera por la forma en que estaban escritas. La respuesta ideal a esta pregunta sería: "Leer una buena historia bien contada, bien escrita". Y Félix G. Modroño es capaz de conseguirlo. Con creces.
He tardado lo justo en terminar Secretos del arenal y a lo largo del proceso no he tenido que detenerme a analizar, como otras muchas veces, cada uno de los elementos que forman parte de la creación de una novela para determinar en qué medida me resultaba buena (subjetivamente hablando) o no. Con Secretos del arenal, mi cara bobalicona de disfrute al leer, la manera de deslizarme por sus páginas, el interés constante por seguir leyendo y el impulso de desear -de manera incontenible- sentarme a escribir algo así de bueno ha sido más que suficiente para "sentir" que tenía entre manos una obra de calidad. Su desarrollo y su final (tan importante siempre para dejar un rematado buen sabor de boca) me lleva a calificarla como novelón.
Dos historias desarrolladas paralelamente, en diferentes épocas y en entornos distintos: la Sevilla franquista de los años cuarenta y el Bilbao más actual. Dos ambientaciones perfectas que me han llevado a pasearme por sus calles con una imagen mental cristalina de cómo era una y cómo es otra, a conocer sus costumbres y estilos de vida, a respirar sus aromas, a ser testigo de muchos detalles de una realidad histórica impecablemente documentada y entremezclada con maestría por el autor con esa ficción propia de toda novela. Dos historias aparentemente independientes, con personajes de peso, sólidos y bien perfilados formando parte de cada hilo argumental, para terminar confluyendo en un final en el que todo encaja.
Juega Felix G. Modroño con dos narradores distintos para cada una de estas dos historias. Un narrador externo que nos cuenta al detalle todo cuanto acontece a sus protagonistas y secundarios en la Sevilla franquista, incluyendo lo que piensan, lo que sienten... Y un narrador en primera persona, en la persona de Silvia, la protagonista de la historia más actual, que no solo se limita a contar lo que ve o sucede en cada momento, sino que se permite dejar abundantes reflexiones personales, morales, filosóficas, incluso de índole social en muchos pasajes de la novela, sobre todo al inicio de cada capítulo y con los que, he de reconocer, me he sentido identificada en gran medida; con alguna discrepancia, creo que ella y yo conectaríamos fácilmente por nuestra forma de pensar.
Secretos del arenal es una novela, para mí, impecablemente escrita. Es una novela de intrigas, de secretos -como ya augura su título-, de cierta tensión (aunque no en demasía) y con tintes románticos en cada historia que le aportan un toque sentimental y emocional que termina por completarla. Sí tengo que decir que algunos "desenlaces" me han parecido un tanto idílicos, demasiado bonitos para ser verdad, en el sentido de que me resulta difícil creer que en la vida real hubiera concluido todo de la misma forma. Pero es que yo soy muy realista y esto es ficción, no lo olvidemos. Y los lectores gustan, de forma mayoritaria, de disfrutar al máximo con aquello que leen y, sobre todo, de exhalar un suspiro de complacencia con su final. Y creo que el autor ha tenido el acierto de tener muy en cuenta este aspecto a la hora de crear su historia.
Qué más queréis que os diga, que me ha encantado, no lo puedo ocultar. Que será uno de esos títulos que se me vendrá a la mente cada vez que me pidan una recomendación literaria.
La leí después de Navidad(me tocó en el bloguero invisible) y me gustó muchísimo.Me gustó más la trama histórica, creo que porque yo no empaticé mucho con Silvia,su manera de ver las relaciones y el amor,no coinciden conmigo.
ResponderEliminarEn cuanto tuve ocasión compré "La ciudad de los ojos grises", en el Kindle está esperando.
Y decirte,que yo también no he parado de recomendar " Secretos del Arenal" desde que lo leí, Félix escribe realmente bien.
Un beso.
Esa es precisamente una de las discrepancias a las que me refería, yo tampoco comparto esa concepción tan liberal del amor o más bien de las relaciones de pareja :)
EliminarLa ciudad de los ojos grises te va a gustar seguro, es una historia preciosa, muy buen ambientada y tan buen escrita como esta.
Un beso.
Tampoco coincido con Silvia. Y a pesar de eso, me encantó este libro. Me gusta mucho la forma de contar del autor.
ResponderEliminarBesotes!!!
Esta novela me gustó muchísimo y dentro de las dos historias me atrapó más la parte histórica que la actual.
ResponderEliminarUn beso.