Resulta curioso cómo puede crearse un feeling especial con ciertas
personas con las que apenas te ha dado tiempo a compartir charla o comentarios un tanto superficiales, y que sin embargo no consigas intimar con algunas otras a las que llevas
conociendo durante muchísimo más tiempo porque parece existir una especie de
barrera infranqueable que no te permite acercarte a ellas un poco más.
Mel Caran es escritora de literatura romántico-erótica, con una novela
publicada actualmente ("Sonríe") y dos más en proyecto que no tardarán
en ver la luz, y además es administradora de un blog de literatura erótica que
os invito a visitar. La conocí en las redes sociales, de forma
indirecta, a través de esos amigos comunes que actúan muchas veces de
intermediarios sin saberlo y que provocan, con las publicaciones en sus
muros, que compartamos comentarios en torno al mismo tema coincidiendo
varias veces hasta que surge esa petición de amistad. Y desde entonces
parece haberse creado entre nosotras un entendimiento mutuo, una especie
de compenetración en la que aún no hemos profundizado demasiado (todo
se andará), pero que sí nos ha permitido pasar buenos ratos
"feisbuquianos", soltar con desparpajo comentarios y expresiones
desinhibidas como si nos conociéramos desde hace años y compartir
momentos especiales de escritura común con esos relatos eróticos
escritos por ambas "a cuatro manos", que de forma improvisada hemos ido
soltado en facebook a lo largo de unas horas para diversión propia y, me
consta, que también ajena.
Ayer tuvo el detallazo de hacerme un pequeño gran regalo, el de
acordarse de mí para continuar esta cadena de entrevistas que consiste
en contestar unas cuantas preguntas en torno a nosotras y a lo que
escribimos, y que me resulta muy interesante por la oportunidad que nos
brinda de conocernos mejor.
La suya podéis leerla pinchando aquí. Y mis respuestas a las preguntas que Mel plantea vienen a continuación:
1. ¿Cuántas obras tienes publicadas?
De momento, tengo publicada una recopilación de dieciséis relatos en
autoedición con Editorial Círculo Rojo, bajo el título “Ellas También Viven”, aunque
tal vez debería llamarlos cuentos
para adultos, por aquello de que son historias completas -micro novelas, las
llamo yo- en las que se desarrolla una trama a veces compleja con personajes
profundos, pese a su brevedad. En proyecto de publicación tengo una novela de
ficción contemporánea, pero aún no he abordado la vía por la que sacarla a la
luz.
2. ¿Autopublicación o editorial?
Difícil tesitura. Hasta hace
relativamente poco tiempo, la autopublicación suponía una especie de
automarginación del escritor y de su obra, un desprestigio para él por la
interpretación automática por parte de los lectores y el mundillo literario en
general de que la obra no tenía calidad suficiente como para pasar el filtro de
una editorial. La irrupción de los autoeditados en Amazon demostrando lo
contrario y la crisis económica han permutado un poco los términos, hasta el
punto de que la autoedición empieza a ser válida por sí misma para publicar una
obra con decencia e incluso constituye una vía para contar con mayores opciones
de acabar fichando con una editorial y con esa misma obra. Sin embargo, yo pienso
sinceramente que hoy por hoy, aunque llevar un sello editorial en la portada de
tu novela no tiene por qué ser –ni es- la panacea ideal para tener éxito, aún
sigue siendo casi la única opción viable para poder llegar a un público
mayoritario por su distribución en papel, que continúa siendo preponderante e implica
una inversión monetaria elevada que la mayoría de los autores no se pueden
costear. Supongo por tanto que todo depende de las pretensiones del escritor:
qué busca realmente cuando se sienta a escribir y hasta dónde quiere llegar. Yo,
a nivel personal, aún no lo tengo demasiado claro.
3. ¿Planificas las historias al detalle antes de escribirlas o las dejas surgir
sobre la marcha?
Las planifico con detalle. Las dejo
madurar en la mente, a fuego lento, añadiendo todos los matices necesarios para
hilar la trama sin dejar ningún cabo suelto, y sobre todo los finales, que
necesitan de un planteamiento previo y un desarrollo de la historia bien
estudiado para que no resulten forzados o poco creíbles. Cuando me siento a
escribir ya sé lo que voy a contar de principio a fin, tan solo dejo a la
improvisación los detalles superfluos que no influyen en la historia para nada;
aunque tengo que reconocer que algunas veces los personajes o la propia
historia, a medida que se desarrolla con cierto detalle, piden algunos cambios
que no estaban previstos inicialmente, pero si los llevo a cabo es solo por una
cuestión de coherencia o por aumentar el golpe de efecto, no porque los haya
dejado surgir sobre la marcha. Con la novela he hecho exactamente igual, todo
estaba esbozado en la mente y sobre el papel antes de empezar a escribirla.
4. ¿Cómo promocionas tus obras?
Mi libro de relatos, como ya he dicho
antes, es autoeditado, pero no solo en digital, sino también en papel, y no a
demanda, sino con ejemplares contantes y sonantes financiados por mí. Eso me ha
permitido hacer uso de otros medios que no son solo las redes sociales, los
blogs literarios y la web en general para darlo a conocer, aunque reconozco que
todo esto es lo que más difusión ha dado a la obra y a mí como autora de la
misma. He regalado ejemplares en papel a muchísimas blogueras a las que
agradezco que se prestaran a aceptarlo, leerlo y reseñarlo, he difundido su
publicación mediante correos electrónicos a muchísimos colectivos tanto
literarios como de mujeres afectadas por los temas de actualidad que se tratan
en ellos, he contactado con un buen número de librerías de Córdoba y provincia
para su distribución, he hecho presentaciones del libro en varias ciudades,
además de la mía propia, he contactado con emisoras de radio para darlo a
conocer a través de entrevistas (como Onda Cero), he remitido ejemplares a la
Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía para que se tuviera acceso a él en todas
las capitales de provincia, he hecho y regalado artículos de promoción con el
logo de la obra, un booktrailer de presentación y un vídeo recopilatorio de sus
primeros dos años, y creo que algunas cosas más. De todo ello, no sé lo que
volveré a repetir con la novela, supongo que depende de la forma en que la
publique.
5. ¿Cuánto tiempo le dedicas a escribir?
Ni idea. Me resulta imposible hacer un cálculo, la falta de tiempo me impide
mantener una rutina, una frecuencia y ni siquiera un lugar donde escribir; le
estaré eternamente agradecida al inventor del portátil, porque me ha permitido
sentarme a escribir a horas intempestivas, en sitios inverosímiles y
compaginándolo con actividades múltiples, sin él no habría podido terminar ni
un solo relato y muchísimo menos una novela. De cualquier forma, puedo decir
que en general le dedico poquísimo tiempo, el trabajo me roba la mañana entera,
y mis obligaciones de madre, familiares, caseras y conyugales, la práctica
totalidad de la tarde, por lo que se me pasan días, semanas y a veces hasta
meses sin poder sentarme a escribir nada serio, solo pequeños relatos u otros
artículos que voy publicando en el blog, pero no avanzar en la línea de un
proyecto mayor como el que quiero volver a abordar tras terminar la novela (que
me ha llevado, por cierto, la friolera de más de cinco años poderla acabar).
6. ¿Has cambiado algún final después de escribirlo?
Muy pocas veces. Cuando decido escribir una historia, hay dos aspectos que
siempre se perfilan en primer lugar: el mensaje de fondo que quiero transmitir
con ella y el final sorpresivo que la remate. El resto de la historia la
construyo en función de eso, por lo que si algo cambia después de escribirla,
suele estar en el planteamiento o en el desarrollo, pero casi nunca en el
final.
7. ¿Ebook o libro en papel?
Ambos. El tacto del papel, el placer de pasar las páginas, de ver su portada en
vivo y en directo..., y la comodidad del ebook. Son perfectamente compatibles y
los disfruto los dos casi por igual.
8. ¿Cuánto dura tu proceso de documentación?
Bastante. Cuando se escribe una historia de ciencia-ficción, por ejemplo, puede que todo esté en la imaginación, pero
cuando se tocan temas con un trasfondo real creo que hay que hacerlo con cierto
rigor, incluso en narrativa breve como los relatos. En alguna ocasión, no he
podido evitar una sonrisa irónica al escuchar a alguien afirmar categóricamente
que un relato no necesitaba documentación previa. Nada más lejos de la
realidad. Los relatos también plantean tramas que requieren de documentación
técnica, científica, médica, histórica, incluso psicológica para poder recrear
con verosimilitud las reacciones, emociones y sentimientos propios de una persona
ante una situación determinada.
En el caso de la novela, han sido
muchísimas las horas y días dedicados a documentarme, tanto para el desarrollo
de la trama como para la ambientación.
9. ¿Algún consejo a los nuevos escritores?
¡No, por Dios, no me creo con la autoridad suficiente como para dar consejos,
estoy en fase de recibirlos! Si llegara el hipotético día en que dejara de ser
"autora" para llamarme "escritora" con todas las letras, entonces me plantearía dar
alguno, mientras no.
Mil gracias, Mel, por cederme el testigo. Y como esta cadena debe seguir, propongo que sea Mercedes Pinto Maldonado quien lo haga, si a ella le apetece contestarnos a estas nueve cuestiones con su experiencia, bastante más amplia que la mía sin lugar a dudas. ¿Te animas, Mercedes?
Un beso para tod@s.