Con mis pequeñas dudas y recelos, en el fondo siempre aposté por ella. Aunque quizás la apuesta también fuera por mí, por demostrarme a mí misma una vez más que era capaz de terminar un nuevo proyecto a pesar de las múltiples dificultades, de los obtáculos, de los inconvenientes propios y ajenos, tal y como ya había ocurrido en ocasiones anteriores en las que el empeño personal, el tesón y la fuerza de voluntad han tomado las riendas en mi vida hasta ganar batallas que a priori se presentaban laboriosas, casi inaccesibles. Y es que me crezco ante las dificultades, ante las metas complicadas; el "yo puedo" emerge anticipando ese halo de orgullo que se siente tras la consecución de un logro preñado de esfuerzo. Porque el aprendizaje que todo ello nos reporta es lo que de verdad nos enriquece; las metas fáciles solo perpetúan lo que ya sabemos.
He rescatado la entrada que escribí hoy hace justo un año, cuando estaba a punto de pulsar el botón de publicación de KDP para que mis colores asaltaran el universo de Amazon, y me ha encantado leerla, rememorar las emociones sentidas en aquel momento y que este blog me ha permitido recuperar como si se tratara de un diario íntimo. Entonces exponía mi ilusión, mi incertidumbre y los deseos que acompañaban a Paula de la mano en su andadura por el mundo de las letras. Hoy la perspectiva es distinta, hoy puedo analizar cuántos de mis deseos con respecto a ella se han cumplido, qué derroteros ha tomado la novela disipando la incertidumbre y cuál ha sido la respuesta hacia una historia que tanto me costó contar, que tanto empeño puse en crear.
Mil quinientas copias descargadas en formato digital a través de Amazon, cuarenta comentarios de lectores en dicha plataforma, treinta y siete reseñas publicadas en la blogosfera literaria y muchas otras críticas llegadas hasta mí, de forma privada, de lectores que han querido hacerme llegar sus impresiones a través de familiares y conocidos. Una lectura conjunta organizada por iniciativa de Laky (Blog "Libros que hay que leer") y Lidia (Blog "Juntando más letras"), a quienes vuelvo a dar las gracias por su ayuda y su amistad, y una página creada específicamente para la novela donde pudimos intercambiar impresiones sobre ella y que me permitió tomar nota para seguir mejorando, para seguir aprendiendo en estar labor tan compleja. Y a la vista de todo ello tengo que decir que estoy feliz, Paula me ha hecho muy feliz. Pero no por este balance de cifras que siempre se ha de analizar de forma relativa y no absoluta, sino por el mensaje que las acompaña, altamente positivo.
Son muchas las valoraciones que podría hacer de ella, muchos los análisis a los que podría prestarse a la vista de los buenos resultados, teniendo en cuenta sobre todo que ha volado sola la mayor parte del tiempo, que no ha gozado de un respaldo editorial, de una campaña publicitaria de presentaciones u otras vías de difusión como sí emprendí con los relatos, ni siquiera de una continuidad o insistencia por mi parte para hablar de ella en redes sociales u otros medios a mi alcance; pero hace tiempo que aprendí que las estadísticas no cuentan, que las experiencias de otros no tienen por qué repetirse en una misma, que lo que a mí me funciona puede suponer el más rotundo fracaso para los demás, que no existe la panacea ideal ni la lógica en lo literario... Por lo que me limito desde hace meses a vivirlo todo como una experiencia de la que disfrutar, a sonreír y emocionarme ante los elogios, y a tomar nota de las críticas constructivas que suponen una ayuda para que futuros embarazos tengan mayores probabilidades de dar a luz criaturas más perfectas. Y Paula ha cumplido su misión: la de emocionarme y la de instruirme en determinados aspectos que ahora sé cómo abordar.
La irrupción de Jana ("¿A qué llamas tú amor?") en mi vida literaria tal vez le haya restado un protagonismo del que merecía haber gozado por más tiempo; pero no la olvido, no la suplanto, en el corazón de una madre hay espacio para todos. Y ella me corresponde demostrándome día a día que su andadura continúa, que sigue conociendo a gente sin que yo se la presente, que su independencia y su éxito personal están por encima de mi ignorancia.
Gracias Paula, Olga, Ana... Gracias a todos los que vivís dentro de ese mundo de color... Porque haberos creado no ha sido solo un ejercicio de ficción literaria impregnado de emociones, también ha sido una historia de superación personal. La mía.
Feliz cumpleaños! Un libro que disfruté mucho, por todos los personajes que viven en él. Siempre los haces tan grandes! Se quedan ahí, en un rinconcito de tu memoria...
ResponderEliminarBesotes!!
Muchísimas gracias, Margari, por compartir este cumple con nosotras!! Y por estar siempre ahí!
EliminarUn beso!!!
Muchísimas felicidades, guapa! El primer añito de Paula es para celebrar a lo grande, pero vendrán muchos más, no lo dudes. No creo que Jana le quitase mucho protagonismo, son polos opuestos, así que hay lectores para todas, tienen dónde elegir.
ResponderEliminarSigue escribiendo y creciéndote, los retos te sientan de maravilla y nos ofreces unas historias difíciles de olvidar. Paula es un amorcito!
Besitos
Esa es mi intención, continuar. Haré todo lo posible y espero conseguirlo, antes o después.
EliminarGracias por tus palabras! :)
Un beso!