Decía yo esta mañana en Facebook que hay experiencias que constituyen un éxito en sí mismas por el simple hecho de vivirlas, con independencia de las consecuencias que puedan traer consigo. Tanto una presentación literaria como la asistencia a una Feria del libro -desde el punto de vista del autor- parecen tener un objetivo básico: dar a conocer una novela o cualquier otra obra, promocionarla y, a raíz de ello, facilitar su venta. Pero no podemos obviar lo que acontece en cada acto, que resulta ser muchas veces más reconfortante, enriquecedor y agradable por lo que en él se vive que por el hecho de conseguir tal objetivo a través de él. Y si se aúnan las dos cosas..., para qué más.
La presentación de "¿A qué llamas tú amor?" el viernes por la tarde en Málaga, y concretamente en la librería Luces, me encantó. Fue un encuentro en petit comité, entre amigos, pero cada vez tengo más claro que la cantidad de participantes no tiene por qué estar asociada a la calidad del encuentro. Hablamos de amor, de relaciones de pareja, de conflictos entre sus miembros por falta de entendimiento, de tolerancia, de comprensión mutua... Hablamos del trasfondo intimista y reflexivo de la novela, que supera en importancia a las escenas de sexo y de la elegancia de las mismas en su descripción, de lo que la historia es capaz de suscitar en quien la lee hasta el punto de "tocarle" a nivel personal, de hacerle identificarse con ella y disfrutarla o sufrirla por la realidad que plasma, de la profundidad y coherencia de sus personajes, de sus diferentes puntos de vista y de las dos ópticas bajo la que está tratada: masculina y femenina. Y hablamos de otros muchos aspectos que un lector asistente a la presentación planteó con gran acierto: si la historia habría sido la misma de haberse invertido los papeles entre Jana y Julio, la eficacia de los diálogos para suscitar reflexiones a través de ellos, la idoneidad de elegir un narrador en primera persona para escribir este tipo de novela, la consistencia de los personajes tan diferentes que aparecen en ella, cuáles son los finales ideales para una novela de ficción encuadrada en este género, qué busca el lector cuando se acerca a una obra literaria... Incluso se habló del género erótico en general, en qué podía diferenciarse esta novela de otras muchas publicadas hasta el momento, los efectos positivos o negativos que podría acusar "¿A qué llamas tú amor?" a raíz de las historias romántico-eróticas actuales que versan sobre temas muy comunes y que en ciertos lectores pueden favorecer o no el acercamiento a esta novela para su lectura.
Dos horas completas de interesante charla, de debate tranquilo y animado a la vez, porque no hubo espacios de tiempo muertos en los que no surgiera un comentario, una pregunta, una aportación que valorar y de la que opinar. Hasta Paula ("Los colores de una vida gris") salió a la palestra porque fue la obra que animó a dos de las lectoras a comprar "¿A qué llamas tú amor?" guiadas por la historia intimista y un estilo de narrativa que han querido volver a encontrar.
Nos echaron de allí, con eso os lo digo todo. Comenzaron a deambular a nuestro alrededor apagando algunas luces para indicarnos que era hora de cerrar y que debíamos terminar una charla que estoy convencida de que habríamos prolongado por más tiempo. Estuvimos como en casa.
Un paseo por la calle Larios, preciosa, adornada con una alfombra roja y con un ambiente excepcional, puso la guinda a una visita a la que considero mi segunda tierra y a la que siento de manera especial.
Muchas felicidades! Veo que lo pasasteis en grande ;) Un beso!
ResponderEliminarMe alegra ver que todo fue un éxito!!!
ResponderEliminarBesotes!!!
Me alegro mucho de que fuera bien, Pilar. Espero mi oportunidad en la Feria del libro. Un besote y muchísimo ánimo por lo de tu padre. Un abrazo bien fuerte.
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