Hace ya al menos tres años que leí la noticia en un diario de prensa local que dio pie a la narración del primero de los relatos que aparece en "Ellas También Viven. Relatos de Mujer"; el de Lucía, mi Lucía, ama de casa y madre abnegada que se ve abocada a ejercer la prostitución como última y ya única salida factible ante una crisis que comenzaba a provocar un destrozo irreparable en su economía familiar, desponjándose de su propia dignidad a golpe de nausea en pro del bienestar de los suyos.
En realidad, de los dieciséis relatos que se agrupan en el libro, ése fue el segundo que escribí con una mujer real como protagonista -al igual que en los demás-, una mujer de carne y hueso como yo, y como muchas de vosotras que ahora estáis leyendo esta entrada de opinión. Me dije entonces a mí misma lo que después repetí en público en cada presentación: que no es necesario cambiar de escenarios, remontarse a épocas lejanas, pasadas o futuras, recrear ambientes exóticos, o hacer un excesivo alarde de imaginación para narrar y contar buenas historias, por la sencilla razón de que esas buenas historias también se encuentran a nuestro lado, discurren a diario alrededor de muchos de nosotros, y tan solo hay que detenerse a observarlas para apreciar que están ahí y que merecen ser descritas. Y eso es lo que Antonia Corrales ha sabido hacer de forma magistral recreando en la figura de Jimena a cientos y cientos de mujeres de vida común ajustadas a un mismo patrón como si hubieran sido cortadas en serie. Y con total verosimilitud.
Me sorprendí al comenzar a leer y encontrarme una especie de novela epistolar, no la esperaba. ¡Pero cuánto me he alegrado de que así sea! Porque su carácter intimista, directo al corazón, sin intermediarios que malinterpreten las emociones nacidas de las mismísimas entrañas de quien las cuenta, y ese matiz confesional sincero y profundamente sentido de Jimena al contar su historia me ha llegado al alma, a ese rincón del alma donde todas albergamos nuestros secretos más íntimos, nuestros mayores anhelos en tantas ocasiones compartidos por las demás, aunque no lo sepamos.
Después de leer En un rincón del alma he confirmado algo que resulta ser más universal de lo que parece, y es que la vida de muchas de nosotras -mujeres del siglo XX batallando por instaurar en el XXI lo que antes nos fue negado, sin habernos podido desprender del todo del lastre acarreado por costumbres ancestrales- parece estar marcada por fases, no en edades ni en etapas, sino en fases, como en la metamorfosis de las mariposas, en las que de forma irremediable hemos de pasar por diferentes estadíos que nos obligan a reconstruirnos a nosotras mismas varias veces a lo largo de nuestra vida para no perecer psicológicamente como mujeres en el amplio significado del término. Hemos de hacer un permanente esfuerzo de reciclaje para recordarnos y recordar a aquél -y a aquellos- con quien convivimos que la rutina nos ahoga; que el hastío, la costumbre y el aburrimiento nos marchita; que necesitamos seguir despertando emociones y sentir que somos merecedoras del aprecio y la dedicación de los demás; que preferimos el cálido beso de unos labios entregados a una boyante tarjeta de crédito; que somos alguien con quien convivir y compartir el tiempo, y no parte del mobiliario integrado en el hogar; que nuestra mente y nuestro cerebro también pugna por madurar con el paso de los años a base de experiencias enriquecedoras a nivel personal, alejadas del continuo servilismo familiar que parece inherente a nuestra condición de esposa y madre; que existe una diferencia sustancial entre "mirarte" y "verte" que muchos no parecen apreciar; que la palabra "compartir" es de doble flujo y que debe circular por tanto en ambas direcciones por igual; que el compromiso nupcial no es sinónimo de posesión, ni de habituación, sino de la intención clara de alimentar la llama de manera permanente porque nos queremos sentir vivas, hasta el final. Y ese devenir, ese discurrir por la vida alternando subidas y bajadas emocionales a base de reinventarse y de innovar, en un intento desacerbado de insuflarse aliento fresco con el que dar sentido a su existencia desde el mismo momento de su nacimiento, es lo que conforma la vida de Jimena narrada como un canto a lo real, como un espejo en el que mirarse con valentía para poder dilucidar si nuestra vida está vacía o gozamos de la gran suerte de "ser alguien", de no caminar por la vida sin pena ni gloria, de seguir "sintiendo" a pesar de la edad, de ser tiernamente deseadas y no lascivamente buscadas, de apreciar si aún nos queda algo de dignidad personal.
Me ha impactado la novela, lo confieso, y no porque mi vida se parezca a la de Jimena. Tal vez porque en ella se desbordan las emociones y los sentimientos que a mí me gusta narrar. Porque aun siendo ficción, ahonda en lo cotidiano hasta extraerle el jugo que muchos otros tal vez no ven, y eso me encanta. Porque el personaje de Jimena es tan real que lo podrías tocar si se dignara a extender su mano a través del kindle o del papel. Porque en muchos momentos me parecía como si su autora hubiera instalado un micrófono en mi mente con el que amplificar mis pensamientos, mis reflexiones, para ponerlos a continuación en boca de Jimena, creándome una sensación de complicidad y de empatía absoluta. Y por el estilo narrativo de Antonia J. Corrales, sencillo a la vez que extremadamente cuidado, impecable, elegante, metafórico en ciertos momentos y poético en otros tantos, una verdadera delicia para los sentidos.
Sí, he dicho bien: para los sentidos. Porque a Jimena no sólo se la lee, a Jimena se la escucha. Directamente.
Sinopsis:
Cuando goza de lo que para muchas personas sería una situación privilegiada (buen estatus económico y social, hijos mayores e independientes), Jimena, se siente más sola que nunca. Su vida ha pasado como un destello de luz ante sus ojos, sin darle tiempo a vivir, a sentir o ser la persona que en realidad es. Es entonces cuando toma consciencia de que es una desconocida para los suyos, que ha pasado lo mejor de su vida viviendo la vida de los que amaba, sin vivir la suya propia. La infidelidad de su marido, la pérdida de una de sus amigas y la «marcha » de su amante, la llevarán a replantearse muchos valores e ideales y retomar las riendas de su presente.
Esta es una de esas novelas con magia, que te transportan a pensamientos, en las que no es necesario que te haya pasado lo mismo porque el fondo, la esencia, es tan similar en todos que es imposible que no hayas sentido alguna vez algo parecido.
ResponderEliminarJimena es muchas mujeres y no es ninguna. Por eso nos gusta.
Enhorabuena por la reseña, muy acertada, Pilar.
El hilo de los acontencimientos puede cambiar de una mujer a otra, pero los sentimientos que envuelven muchos de esos momentos y las reflexiones que suscitan sí que son mucho más comunes de lo que pensamos, y eso es lo que más llega, por la sensación de sentirse identificada con la protagonista y con su forma de ver las cosas en más de una ocasión.
EliminarUn beso!
Estaba esperando esta que hablaras de esta reseña; ya habías anunciado en Facebook que te había gustado mucho y quería leer tus impresiones en profundidad. No queda lugar para la duda: por lo que dices, es un libro que sale del corazón, lo que para mi, independientemente de la historia, es un factor vital: una historia escrita con pasión siempre tiene un plus. Lo tendré en cuenta, gracias por la reseña! 1beso!
ResponderEliminarEsa pasión o ese sentimiento parece salir más de la propia protagonista que de la autora, es a ella a la que escuchas, y sin duda alguna deja que percibas lo que siente, a veces de forma sutil, sin regodearse excesivamente en su tristeza o en su vida fracasada, pero lo sientes, sus emociones y su estado de ánimo te llegan. Es una historia de sentimientos, fundamentalmente, así es que si te gusta ese tipo de novelas, te la recomiendo sin duda.
EliminarUn beso!
Hoy tengo un día de esos en los que te gustaría mimetizarte con el habitad, liada es poco, pero tu reseña, de la que mi amiga del alma, Mayte, me ha avisado, ha hecho que me emocione profundamente. Sentí ganas de llorar, te lo juro. Y he apartado todo para ponerte estas letras: Gracias!!!!
ResponderEliminarMañana pasaré tu vinculo a mis páginas, el blog, los grupos de literatura y las redes sociales.
Es un halago para mí que me digas que te has emocionado con mis palabras, porque hay veces en que es difícil transmitir lo que una siente y eso también ocurre a la hora de expresar una simple opinión en torno a un libro, siempre queda el temor de no hacer llegar de forma fiel lo que ha suscitado en ti, y en este caso ha sido mucho. Y me siento doblemente halagada por haber tenido la deferencia de hacérmelo saber directamente a través de tu comentario.
EliminarGracias a ti, ha sido un placer leerte!!
Besos!!
Cuanto me alegro que te gustara la historia de Jimena!!! Yo la disfruté también y la disfruté tanto que aún sigue conmigo. Fantástica reseña, coincido mucho con las impresiones que a ti te ha causado el libro. Como dice Antonia, emocionas con lo que escribes.
ResponderEliminarFelicidades por la reseña!!!!!!
Un beso!!
Gracias por la parte que me toca. Creo que no hay nada como dejarse llevar por los sentimientos a la hora de escribir o de expresar cualquier cosa, sin patrones ni cánones preestablecidos que nos digan lo que tenemos que decir ni cómo. He dicho lo que pensaba y lo que sentía, y lo he hecho además con la novela recien terminada porque no quería que se disipara el sentimiento que me ha dejado, ni que se perdieran esas reflexiones que se quedan dando vueltas en la cabeza al acabar y que son un indicativo claro de que la historia tiene un trasfondo profundo que está por encima de los meros acontecimientos que se suceden en ella.
EliminarGracias por la recomendación, Al!
Un beso!
Me he emocionado de ver lo que has disfrutado con esta lectura. Me alegro que Jimena te llegara al alma y al corazón. Totalmente cierto que si nos paramos a observar a nuestro alrededor hay miles de historias que merecen ser contadas. Pronto conoceré a Jimena, que me encantan las historias intimistas que te llegan muy adentro, te hacen pensar y esos personajes que se quedan junto a ti. Y si además es epistolar mucho mejor.
ResponderEliminarUn besazo!
Esa confesión en primera persona tan directa no tiene precio cuando se trata de transmitir sentimientos. A mí me gusta bucear en los libros que leo para tratar de encontrar ese mensaje subliminal que tienen muchos de ellos y que a veces pasa desapercibido por centrarnos solo en lo que ocurre a lo largo de la historia y que suele ser siempre lo más superficial, y cuando lo encuentro y me hace pensar me llenan muchísimo. Y Antonia pone el dedo en la llaga muchísimas veces a través de Jimena.
EliminarCreo que a ti te va a gustar, porque te van las historias de sentimientos y de emociones escondidas y declaradas, y ésta lo es.
Ya me contarás.
Un beso!
Bueno, pues habia leído una reseña no tan buena, pero has puesto tanto sentimiento, te ha llegado tanto...y encima epistolar, a la lista va...Coincido en que frecuentemente las historias más buenas están más cercanas de lo que pensamos :-D Un besote!!
ResponderEliminarEl hecho de sentirnos identificados con los protagonistas, con lo que les sucede o con lo que sienten es un punto muy a favor de que una novela nos guste y nos llene. Aún así, yo comparto la opinión de que una misma novela puede tener lecturas diferentes que no dependen tanto del autor como del lector que las coja entre sus manos, porque influye muchísimo, por ejemplo, la capacidad o la necesidad de cada cual de leer entre líneas, nuestra facilidad para emocionarnos o la sensibilidad que podamos mostrar a nivel personal para que ésta termine gustándonos poco, mucho o muchísimo.
EliminarYo reconozco que a mí me va mucho más el realismo que la ciencia-ficción, o las historias personales de corte psicológico que la novela negra, por ejemplo, pero cada cual es un mundo. A mí me ha encantado, Meg, y así lo he dicho. Ya me contarás tú lo que te parece si te decides a leerla :)
Un beso!
Qué me gustan este tipo de novelas que te tocan, que te llegan, que te hacen sentir... Así que con tus palabras no puedo decir otra cosa sino... ¡Quiero leer este libro!
ResponderEliminarBesotes!!!
Sentir y pensar, Margari, las dos cosas. Hace que te des cuenta de que hay detalles, sentimientos y reflexiones en nuestras vidas más comunes de lo que parece.
EliminarSi lo lees, me cuentas luego tus impresiones, a ver si coincidimos.
Un beso!!
Lo tengo pendiente de leer, y estoy deseando ponerme con él... me gustan las historias cercanas que hacen que los personajes se vuelvan personas.
ResponderEliminarBesos
Pues ésta lo es, y a su protagonista la sientes muy cercana, muy real. Ya leeré tu reseña si te decides a adentrarte en esta bonita historia.
EliminarUn beso!
Gracias a ti. Ya está tu reseña en mi blog personal, en mi página de facebook y en la página y el grupo de la novela de facebook y tuiter. Millones de gracias! también a las lectoras y lectores, gracias de corazón. Sin vosotros Jimena no existiría.
ResponderEliminarHa sido un placer!
EliminarBesos!!
Me gustan las novelas intimistas y con personajes bien desarrollados y creo que esta novela, por lo que nos cuentas, cumple con ambos requisitos, por lo que creo que puede gustarme mucho. Apuntada queda. Besos.
ResponderEliminarYo creo que sí, Emma, que puede gustarte, si como dices te gusta este tipo de novela, y en este caso, además, con personajes muy bien perfilados, sobre todo la protagonista. Espero tus impresiones si te decides a leerla.
EliminarUn beso!