10 jun 2015

"DESCUBRIENDO A VALENTINA" de MARA MACBEL.

SINOPSIS
Cuando descubres que tu vida no es todo lo que podría llegar a ser; cuando piensas que no estás sacándole todo el jugo que podría tener... entonces tienes que reconstruirlo todo y, en especial, reconstruirte a ti misma.
Valentina ha temido esa decisión durante los últimos años en los que ha estado viviendo una vida que a priori debía pertenecerle, pero con la que jamás se ha sentido completa.
La aparición de una persona, extrañada pero no extraña, le ayudará a dar el paso idóneo para despertar en ella su parte más intima y más real: su verdadera identidad, anulada durante el tiempo suficiente como para que esta resurja con la fuerza necesaria para afrontar su futuro inminente.
El apoyo de sus amigos será indispensable para no desviarse del camino trazado, para no tropezar y para huir de las incertidumbres.
Pero, ¿para levantarse, no es necesario caer anteriormente? ¿Y si el camino trazado fuese el primer desvío hacia la verdadera felicidad de Valentina? 


    Nunca suelo poner títulos a las entradas de opinión, tan solo el de la novela y el de su autor o autora, pero si en esta ocasión tuviera que hacerlo este sería indiscutiblemente: "Descubriendo a Mara MacBel", imprimiéndole un matiz positivo y "sorpresivo" a tal descubrimiento.
   Cuando Mara MacBel (Maca Ferreira, en mi face y en su casa) anunció que publicaba "Descubriendo a Valentina" me sorprendió, no porque la viera incapaz de hacer algo así (lo hemos hecho más de un@), sino porque no conocía su faceta de escritora. Y fue tal la ilusión con que la vi ante su novela que no dudé un solo segundo en que la compraría para empujarla y... ¿leerla? Pues sí, para leerla encontrara lo que encontrase, desde un bodrio total y absoluto hasta un novelón que no tuviera nada que envidiarle a los best-seller del momento; pero con mi miedo inconsciente a tener que hacer lo que estoy haciendo en este preciso instante: dejar constancia escrita de mi opinión sincera. Porque yo no sé mentir, ni halagar los oídos de nadie si no pienso realmente lo que estoy diciendo. Ni aunque se trate de mentiras piadosas, que considero que en literatura hacen un flaco favor si lo que una quiere es mejorar aprendiendo de los errores. Pero respiré. Digamos que mis temores y mi grado de contención de aire fueron menguando progresivamente a medida que iba avanzando a lo largo de sus páginas, sin que fueran necesarias muchas de ellas para concluir que la novela se leía muy bien.
   He de hacer aquí un inciso para recordar que es muy fácil dejarse llevar por los gustos personalísimos de cada cual a la hora de hacer una valoración, lo cual me parece que es obrar de una manera demasiado subjetiva (aunque toda opinión tenga siempre algo de subjetividad). Creo que no debemos perder de vista que el hecho de no ser asidua de un determinado género o temática -incluso estilo narrativo o argumental- a la hora de elegir lectura no tiene por qué restarle puntos positivos. Hay que medirla dentro de su "contexto" y en función de los ingredientes propios de ese género en el que se encuadra. Y en ese sentido no voy a negar, como ya lo he hecho alguna vez, que me siento conquistada por las novelas profundas, con reflexiones que tocan la mente y el corazón, que nos hacen pensar, sentir, emocionarnos, incluso con tramas más complejas que ofrecen diferentes hilos argumentales despertando mi interés. Pero sé que la literatura no se reduce a eso, en absoluto. Sé que la literatura también es entretenimiento, diversión, ratos de evasión, de sueños conquistados a través de sus personajes, de recreacion de paisajes y vidas idílicas... Por eso no podré catalogar nunca una novela como mediocre si cumple con esta función y no aquella que yo siempre persigo; sería no solo una injusticia por mi parte, sino también un error. Eso sí, que esté bien escrita es un requisito indispensable, porque la literatura es un arte se cuente lo que se cuente y como se cuente, y exige una narrativa mínimamente digna, sin excepción. Y la de Mara MacBel lo es.
   "Descubriendo a Valentina" es una novela de corte romántico-erótico desenfadada, contada en primera persona por ella misma con un tono hilarante y muy ocurrente, aunque se permite rozar la emotividad cuando deja entrever sus reflexiones en relación con los conflictos que el amor genera en su vida tras un matrimonio fallido y sus nuevos intentos de rehacerla. Al leer la historia, pero sobre todo por la forma en que está escrita, me ha recordado el estilo de "El cuaderno de Paula" de Sara Ballarín o la saga de Valeria ("Valeria en los zapatos", "Valeria en el espejo"...) de Elisabet Benavent, y tengo que decir -según mi opinión personal- que el estilo de Sara MacBel en "Descubriendo a Valentina" nada tiene que envidiar a las que acabo de mencionar, que os recuerdo u os lo digo -por si no lo sabéis- que son novelas publicadas por Editorial Suma de letras. Tan solo le ha faltado aportarle algo más de profundidad a la trama, pero tampoco tanta, no os creáis.
   Construye su autora unos personajes coherentes, acordes al cariz de la novela: muy actuales, liberales en sus relaciones y en el amor, divertidos, centrados y algo aniñados -casi a partes iguales-, pero que nos hacen pasar un rato de lectura muy agradable con su desparpajo, su sentido del humor y su forma peculiar, a veces, de afrontar las situaciones dentro de una trama que no tiene grandes pretensiones, pero que mantiene el interés por seguir leyendo para conocer el devenir de la nueva vida amorosa de Valentina -a caballo entre dos amores de naturaleza distinta- y su lucha a la búsqueda de su propia identidad como mujer, sin obviar algún que otro giro sorpresivo que adereza la historia para alcanzar un mejor regusto final.
   No hay romanticismo empalagoso ni demasiado edulcorado, solo en dosis justas que nos permiten interpretar que sus protagonistas, además del sexo y de la atracción física  hacia el otro género, también sienten que el amor les resulta necesario en sus vidas, persiguiendo la combinación de ambas cosas si es posible. Y hablando de sexo... No he encontrado que las escenas eróticas rocen lo soez o lo burdo, ni siquiera que la carga erótica desplegada en ellas merezca una advertencia a lectores "sensibles" por lo que en ellas se pueda encontrar. Es más, hasta casi el final de la novela en la que aparece una escena con más carga que en las anteriores, conforme avanzaba leyendo me iba diciendo a mí misma que "Descubriendo a Valentina", más que ser catalogada como novela erótica debería serlo como "novela romántica subida de tono", porque aunque en ella se da cita el sexo explícito y detallado no considero que el contenido de estas escenas escape en demasía a lo que el común de las parejas pueda practicar en la intimidad de su alcoba (o donde sea), con lo cual, a las alturas del siglo que estamos viviendo no creo que se pueda espantar nadie por leerlas; no digo con ello que produzcan deleite a cualquier lector, por supuesto, pero rechazo tampoco. Reitero que no me han resultado burdas en su descripción ni soeces en su lenguaje y resalto no solo el tacto con el que la autora las ha descrito, sino el acierto de hacer extensivo a estas escenas el tono hilarante y ocurrente al que me he referido al principio, aligerándolas así de peso y consiguiendo que el lector ylas sienta como naturales, espontáneas y muy reales, propias de la vida cotidiana de cualquier mortal que no haya hecho voto de castidad :)
   Resumiendo, Mara MacBel nos descubre a Valentina en una novela de fácil lectura, con diálogos ágiles cargados de notas de humor y personajes humanos, reales, con los mismos defectos, virtudes y conflictos que tenemos todos, lo cual nos hará sentirlos como cercanos. Una novela que será una elección perfecta para l@s amant@s de la romántica en general y en especial para aquellos que también gusten de disfrutar de una erótica explícita y bien escrita, que les hará evadirse y pasar un rato divertido y de lo más entretenido, permitiéndoles incluso emocionarse en algunos de sus pasajes al ponerse en la piel de sus protagonistas. 

   Felicidades, Maca Ferreira! Esta opera prima marca el comienzo de lo que puede ser un camino mucho más largo. Prometes. 

1 comentario:

  1. Pues me lo has contado tan bien, que no me importaría hacerle un hueco. Lo tendré en cuenta, a pesar de que no es el género que más frecuento. Pero a veces sí que apetece.
    Besotes!!!

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