Hemos pasado la noche dialogando, Lucía y yo; aunque ahora tiendo a pensar que nuestra conversación se ha vestido de monólogo, un monólogo sentido en el que creo haber percibido la necesidad de que escuchara mis palabras y mi voz endulzada al hablar de ellas, de mis chicas, con el único propósito de conseguir su aceptación ante lo que viene clamando a gritos desde hace un tiempo dentro de mí. Me hubiera gustado que fuera ella quien escribiera mi historia, trasladarle la pluma con la que plasmar cuanto tengo que decir, tal vez por la necesidad de poner un poco de distancia al tumulto de sentimientos que se entrecruzan, a la confrontación entre alegría, ilusión, orgullo, pasión, desesperanza, impotencia, honestidad, nostalgia, pena, sensatez...que batallan en mi mente. O tal vez para no impregnar mi discurso de una congoja inmerecida; para no empañar mi experiencia maravillosa con la estela deslucida del adiós.
Estos dos últimos años han sido, a ciencia cierta, de los más intensos de mi vida y, sin duda, de los más gratificantes. Abordar este mundo literario sin esperarlo ha sido un regalo Divino y ha supuesto para mí un enriquecimiento personal superlativo en muchísimos sentidos; pero no he perdido de vista, en ningún momento, que el fin último de todo esto no era convertirme en escritora, sino, única y exclusivamente, compartir aquello que yo necesitaba contar y en la forma en que quería contarlo; no perseguía hacerme un hueco en el mundo literario, sino compartir mi forma de ver la vida con quienes quisieran abrir su alma y su corazón para impregnarse de esas vivencias cotidianas y emocionantes a las que yo pretendía darles luz. Nunca proyecté una meta por conseguir, mi mensaje interno relatado para mí misma una y otra vez en relación a este proyecto siempre fue "hasta donde llegue, llegó". Y hoy, después de algunos meses de intensas reflexiones, siento que todo esto, en lo que a mí respecta, termina aquí.
Aún recuerdo la ilusión de unos comienzos que no fueron nada fáciles. La llegada a casa de la primera edición ponía fin a tres meses intensos de decisiones en torno a todos los aspectos formales del libro: elección de editorial, título, portada, sinopsis, biografía, ejemplares, correcciones, impresión..., y abría la puerta a una nueva etapa de incertidumbre ante lo que hacer con los trescientos ejemplares que acaban de aterrizar. A partir de ese momento tendría que volar sola siendo una auténtica neófita en el mundo literario y sin nadie a quien recurrir para resolver la más mínima duda suscitada al respecto. La primera gran alegría que me insufló un soplo magnífico de optimismo fue descubrir, casi por casualidad, mi primera y genial reseña literaria aparecida en una blogosfera que yo desconocía por completo, escrita por Belen Márquez en su blog Entre libros. No la esperaba y lloré como una idiota. Ella había solicitado un ejemplar de promoción a la editorial sin yo saberlo y ese mecanismo me produjo una alegría inusitada y el abordaje de un falso optimismo ante lo que ya no volvió a repetirse. Fue entonces cuando comenzó la lucha intensa, la de adentrarse en la jungla literaria en la que yo era una perfecta desconocida y mi libro competía con miles y millones de buenas historias escritas por autores consagrados y difundidas por editoriales convencionales con poderosas herramientas de promoción.
Contar con detalle todo lo que he vivido desde entonces para llegar hasta aquí sería excesivamente largo, tedioso y, tal vez, carente de interés para vosotros, pero he de confesar que la lucha ha sido larga y tremendamente intensa, y que la he abordado en multitud de frentes y campos de batalla. Y como suele ser habitual en la vida y en esta sociedad en la que nos ha tocado vivir, aquellos con quienes a priori contaba no movieron ni un dedo para ayudarme, y aquellos otros a quienes creía inaccesibles resultaron ser mis grandes pilares para darme a conocer. Algunos con quienes crucé tan solo tres palabras me han dado apoyo moral innumerables veces; sin embargo, de algunos otros con quienes creía poder establecer un vínculo más estrecho no he merecido un consejo o una palabra de aliento ni en las ocasiones puntuales en que las he necesitado. Aquello que creí que resultaría un hándicap para el libro, fue pasado por alto con bastante facilidad, y aquello otro en lo que yo no había reparado en absoluto ha llegado a forjarse como una auténtica Muralla China casi imposible de franquear. Aún así, no puedo dejar de admitir que si parte de todo ello ha sido un contratiempo y un pequeño descalabro para mi libro, para mí ha resultado ser una vivencia positiva de la que he aprendido muchísimo y que me alegro de haber experimentado, tal vez porque me considero una amante incontrolada del estudio de las relaciones humanas y de las actitudes personales.
Soy muy consciente de que nada es fácil en la vida, de que la constancia, el tesón y el esfuerzo continuado debe ser la máxima presente en todo cuanto hagamos para llegar a buen puerto, o al menos, para poder avanzar. Pero aún así considero que no debemos perseguir utopías, que debemos ser lo suficientemente racionales para saber cuándo parar, que debemos tener la capacidad suficiente como para analizar la información de que disponemos, los indicios que nos llegan gritando a viva voz que no hay más caminos para abordar, y que aquellos que ya hemos recorrido no han conseguido guiarnos hasta un lugar mejor, por mucho empeño y buena intención que haya puesto quien nos ha abierto la puerta para utilizar el suyo.
El balance general de lo que hemos conseguido hasta ahora me llena de orgullo. Una presentación de "Ellas también viven" en Córdoba, la primera, entrañable y familiar, arropada por un centenar de personas que me dieron un empujón de salida que nunca olvidaré; una presentación en Pozoblanco, mi pueblo, la vuelta a mis orígenes donde recibí el apoyo pleno de la biblioteca, de una gran poeta, Juana Castro y de los medios de comunicación de allí que me brindaron la atención que no conseguí recibir en mi ciudad actual; una presentación en Sevilla, la intelectual, en el I Congreso Internacional de Comunicación y Género; una presentación en Madrid, la de la amistad, la del tú a tú en un café acogedor y entrañable con mis literatos de internet y de la que guardo un recuerdo muy, muy especial; 29 reseñas excepcionales, inmejorables, publicadas en sendos blogs o web literarios; numerosos sorteos en el blog propio y otros ajenos con los que dar una oportunidad de lectura a quienes quisieran participar; 4 entrevistas escritas y otras 2 en medios de comunicación, la última de ellas en La Universal Radio, a quienes agradezco de corazón la oportunidad que me brindaron de expresar largo y tendido lo que me ha movido siempre a nivel personal en relación con este libro, mis inquietudes reales y aquello que me lleva ahora a tomar esta decisión por simple coherencia con mi forma de sentir y de pensar.
Sin embargo, este balance que acabo de describir y el esfuerzo paralelo que yo he venido desarrollando por otros muchos cauces ha conseguido dar a conocer la obra, pero nada más. Y yo considero que la libertad del lector está por encima de todo, él decide lo que desea leer y no podemos hacer uso de la publicidad incesante para machacarlo diariamente en torno a aquello que ya conoce sobradamente. Por supuesto, no ha sido esto el único objeto de mi análisis, muchos otros aspectos han sido observados y valorados consecuentemente, pero considero que debo reservarlos como una parte importante de mi intimidad.
Quiero dar las gracias a mi familia, a mis hermanas y a mi marido por su apoyo, su ánimo, sus consejos y por haber estado al pie del cañón minuto a minuto, soportando mis altibajos emocionales con santa paciencia en determinados momentos; a mis amigas íntimas y cercanas que han vivido esta experiencia conmigo y me han brindado su apoyo cuando se lo he pedido; a los lectores anónimos que me han hecho llegar sus críticas excelentes y sus mensajes de ánimo y de sincero deseo de que muchos otros pudieran disfrutar de las intensas emociones vividas con cada historia; a quienes me han acompañado en las presentaciones de mi libro con toda su ilusión y una dedicación por completo desinteresada; a todas las administradoras y administrador de blogs literarios que han acogido mi libro de la forma excepcional en que lo han hecho y que han vertido en sus reseñas todo su esfuerzo y su cariño por transmitir fielmente lo que este libro les había hecho sentir, y muy especialmente quiero dar las gracias a aquell@s que tras la lectura de mi libro y la reseña del mismo se han convertido para mí en mucho más: por haberme acompañado de forma continuada con sus visitas a mi blog, por haber leído y comentado aquellos otros relatos que he venido publicando y compartiendo abiertamente en este mismo espacio, por regalarme palabras de aliento y ánimo en momentos de flaqueza, por abrirme un poquito los ojos cuando comentarios ajenos han llegado a ofuscarme y hasta enfadarme, por ensalzar la figura de mis niñas sin descanso, por su encanto y porque me han hecho sentir que no todo terminó con su crítica literaria, sino que a nivel personal han seguido estando ahí. Gracias Marga, Espe, Margari, Kayena, Almu, Alberto, Silvia, Mientrasleo, Lourdes, Yolanda..., ¡muchísimas gracias por haberme tendido una mano y por todo vuestro incesante apoyo! ¡Ojalá os siguiera encontrando ahí si en este futuro un poquito incierto otra criatura se empeñara en nacer!
Ya se lo he dicho a Lucía, y ahora os lo digo a vosotros: mis niñas ya han cumplido la mayoría de edad, es hora de dejarlas volar solas... con todo el dolor de mi corazón.
Un besazo y hasta siempre!!
El libro seguirá estando disponible en los siguientes enlaces:
*En papel:
a un precio especial de 7,95 € (gastos de envío incluídos)
*En ebook:
Book Trailer
Pilar, no voy a decirte nada que no sepas, ya hemos hablado largo y tendido sobre este tema tan peliagudo. El tomar una decisión es siempre pasar un mal trago y en este caso no ha sido menos. Durante estos dos años has enseñado a tus niñas a andar, a ser humildes y cercanas, a que se relacionaran de tú a tú con la gente, a convertirse en amigas y en hacer abrir los ojos a los lectores para observar, hacer pensar y reflexionar sobre las situaciones que hay a nuestro alrededor y que no queremos ver. Ahora es el momento que ellas empiecen a caminar solas y seguro que llegarán muy lejos, tienen a una madre que lo ha dado todo por ellas y les ha enseñado el camino a seguir, y te van a dar más de una sorpresa y alegría, no te mereces menos.
ResponderEliminarMe da mucha pena pensar que ya no podré disfrutar de tus relatos y de tus entradas en el blog, era un rincón muy acogedor y me sentía como en casa. No olvidaré nunca a esas 16 amigas que me hicieron sentir tantas emociones, las llevo en el corazón. Pero sobretodo me quedo con la amiga 17, que eres tú Pilar, y que te has convertido en una muy buena amiga. En momentos como este se me parte el corazón y el alma, y no puedo evitar lamentar la distancia que nos separa para poder darte un fuerte abrazo y todo mi cariño. Me gustaría que algún día nos sorprendieras con un nuevo libro, ya que tienes muchas cosas por contarnos, y por supuesto que tendrás todo nuestro apoyo. Ya sabes que te quiero un montón y que estaré a tu lado pase lo que pase. Ánimo, guapísima, la vida sigue.
Un besazo
¡Que grande eres, peque! Tampoco yo voy a decirte nada más, ya lo he hecho a lo largo de todos estos días. El sentimiento es mutuo y por parte de ellas también, han tenido en ti una defensora excepcional e incansable; pero bueno, seguirán estando ahí aunque no las llevemos de la mano, y nuestra amistad seguirá tal cual.
EliminarGracias por tu apoyo, por tu ánimo y por razonar conmigo ;)
Un besazo, guapa!
Qué nudito en el estómago me has dejado ahora mismo... ¿Te vas? Como dice Marga, no voy a olvidar a esas 16 mujeres que me hicieron emocionarte tanto... Pero detrás de ellas estás tú... Y que la dejes volar no significa que tengas que dejarlo. Es que te vamos a echar de menos, tus historias, tus reflexiones, pasarnos por tu rincón... Porque tienes muchas que contar aún, porque hay más de 16 historias en ti... Pero si es lo que ahora te apetece, lo que quieres... Desde luego lo respetamos, que ha tenido que ser una decisión muy difícil. Pero que sepas que te vamos a echar muchísimo de menos. Y desde luego podrás contar con nosotras si en algún momento otra criaturita quiere nacer! Es que queremos estar hasta en el parto!
ResponderEliminarMuchos besotes guapa!!! Y muchísimos ánimos en estos días!!! Gracias por todo lo que nos has dado!
¡Ay, Margari! Efectivamente ha sido una decisión dura y muy difícil, y ahora vas tú ¡y me desarmas por completo con tus palabras! :)
EliminarEllas tienen que volar solas, eso lo tengo muy claro y en eso no hay marcha atrás; pero si te soy sincera, no estoy tan segura de poder contener todo lo que fluye en mi cabeza, todas esas reflexiones a las que te refieres y esos pequeños relatos que tan encantada he estado de compartir muchas veces con vosotras. Hemos llegado a formar una pequeñita familia y romper eso me duele tanto como dejarlas a ellas. He dicho "hasta siempre", así es que si la necesidad imperiosa de "contar" (que es lo que me ha movido siempre) se me hace insoportable, tendré que volver en solitario para abrir de nuevo las puertas de esta casa, y compartir con vosotras lo que buye en mi interior. Pero todo se verá.
Gracias por haber estado ahí siempre, por haber compartido este rinconcito con nosotras y por el mucho cariño que me has brindado.
Un beso fuerte!!
Ay, qué penita eso de que a partir de ahora vayan a tener que volar solas. Pero seguro que les irá fenomenal a tus niñas; ya sabes que quienes estuvimos en la presentación en Madrid también guardamos un recuerdo inolvidable de ellas... :-)
ResponderEliminarSon fuertes por naturaleza, Espe, y tienen mucho que contar. A mí se me parte el alma de soltarlas de la mano, pero ha llegado el momento de que se hagan escuchar por sí mismas, yo poco más puedo hacer por ellas. Todas guardamos un recuerdo muy entrañable de nuestro encuentro en Madrid, yo lo atesoro con un cariño especial. Y no solo aquel encuentro, sino a quienes, como tú, las he seguido teniendo al lado a pesar de la brevedad del momento.
EliminarGracias por ser como eres, y por haberme dado tanto apoyo con tus continuos comentarios sin que yo crea haber hecho nada especial para merecerlo.
Un beso, guapa!!
Quien la lleva la entiende Pilar, y si es para bien, pues no hay más que hablar. No te he tratado tanto, pero me gustaría seguir viéndote por aquí, tienes mucho que aportar, mucho que contar. Un beso muy fuerte y todo mi ánimo.
ResponderEliminarPor cierto, ya lo he comprado, yo también voy a disfrutar de tus niñas, más vale tarde que nunca :-)
EliminarMuchísimas gracias, guapa, te agradezco tu apoyo!!
EliminarNos seguiremos viendo por tu rincón, que me gusta :)
Un beso!!
Me entristece mucho esta noticia, la verdad. Yo soy de las que paseo silenciosamente por este espacio, pero me sentía bastante acogida aquí y gracias a las múltiples reseñas que he leído en la blogosfera de tu obra me he acercado un poco a los personajes que creaste, teniendo como asignatura pendiente leerme a las niñas de tus ojos. Te aseguro que lo haré. Mucho ánimo y suerte, 1beso!
ResponderEliminarMuchas gracias, guapa, me alegra que me lo digas, no hay cosa mejor que conseguir que todo el que pase por aquí se sienta a gusto y con ganas de volver!
EliminarEstaré encantada de que te acerques a ellas. Si finalmente las conoces, me gustaría que compartieras conmigo tus impresiones, aunque sea a título personal.
Un besito!
Estoy últimamente desconectada de este nuestro mundo bloguero por motivos que ahora no vienen al caso y al ver tu entrada, ilusa de mi, creía que era otro de tus relatos. Sinceramente, me he llevado una sorpresa desagradable al darme cuenta de lo que pasaba, pero después he pensado ( y esto también lo sabes tú )que hasta algunos de los más grandes, los escritores que hoy están consagrados no lo tuvieron fácil al principio. Han sido como dices, dos años muy intensos, tal vez ahora estés cansada, pero estoy segura de que en poco tiempo volverás con más energía que nunca y aquí te estaremos esperando. Un beso y hasta luego.
EliminarLlevas razón, Silvia, los comienzos nunca son fáciles y tal vez tenemos un poco de impaciencia por que todo avance rápido, pero tal vez sea necesario un poco más de tiempo y maduración. Y puede que sí, que luego resurja como el Ave Fenix con más fuerza que nunca :)
EliminarMuchísimas gracias, guapa!!
Un beso.
A mi también me entristece y ni si quiera me ha dado tiempo de conocerlas pero digo yo que seguiremos viéndote a ti por algún medio, ¿no? Un besote
ResponderEliminarLa vueltecita por la blogosfera no me la pierdo, ¿eh?, que hay muchos rinconcitos que me gustan por ahí, no te preocupes por eso.
EliminarY ya las conocerás si algún día te apetece. Seguirán circulando por ahí.
Un besito!
Creo que si, Pilar, que tus niñas ya no lo son tanto, porque ya son mayores de edad. Durante estos dos años (para mi menos, porque las conocí hace unos meses)has actuado como una auténtica madre con ellas y ahora debes dejarlas volar. ¿Recuerdas aquel poema de Kahlil Gibran?
ResponderEliminar"Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de si misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.."
Pues eso, Pilar... dedica tus esfuerzos a engendrar una nueva historia, porque tienes mucho que contar y sabiendo como lo haces, te estaré esperando como agua de mayo.
Un beso.
¡Qué regalo me acabas de dejar, Ana! Conocía el poema, Kahlin Gibran era de mis favoritos, pero no lo recordaba tanto como otros y me ha gustado muchísimo volver a leerlo. ¡Qué grandes verdades! Nos resistimos a creer que puedan ser autónomos y sin embargo todos hemos acabado siéndolo, y ellas no van a ser menos. En estos tres días ya han comenzado a hacer sus pinitos, así es que va a ser verdad que pueden levantar el vuelo sin que esté yo ahí.
EliminarGracias por tus palabras, guapa.
Un beso.