Con el tiempo descubres que lo que un día te hizo llorar, te ha hecho fuerte; que lo que antes te ahogaba, ahora solo te oprime; que aquellos desplantes que solían hacerte enfadar, provocan ahora tu sonrisa irónica; que lo que antes te hacía dudar, ahora lo apartas sin despeinarte...
Con el tiempo descubres que posees la capacidad de trivializarlo todo; que puedes traspasar fronteras con la mirada e interpretar gestos mudos, actuando en consecuencia; que detectas las mentiras... en sus primeras palabras; que aquello que te vendieron como oro puro era un castillo en el aire que no aporta nada...
Con el tiempo descubres que tu maleta es cada vez más pequeña; que un libro, un café o una charla son valores en aumento; que los minutos son demasiado valiosos para perderlos por un cabreo; que debe preocuparte la delgadez o hermosura de la mente, del corazón, del intelecto o de la imaginación, no la del cuerpo; que apreciar las virtudes de los otros no te hace pequeña, sino grande...
Con el tiempo descubres que el tiempo pasa, y que por eso has de vivir lento, degustando la esencia de cada minuto, de cada experiencia, de cada acto cotidiano que un día sacrificamos a cambio de alcanzar metas grandes que tal vez jamás conquistamos. Descubres que lo que siempre se te exigió puede no ser lo que te haga feliz; que si vas a contrapié, respetando tu entorno, no sucede absolutamente nada; y que puedes actuar conforme a tus propias normas, porque ya eres indemne a la manipulación que tantas veces te convirtió en víctima…
Con el tiempo descubres que eres dueña de tu propia vida y que puedes elegir con quien compartirla. Que puedes hacer borrón y cuenta nueva cuando te plazca y en lo que te plazca. Que puedes saltar al tablero de juego y retirarte con la mayor tranquilidad del mundo, sin que la vorágine te absorba, te conduzca y te moldee a su imagen y semejanza…
Con el tiempo descubres que eres libre. Y que nada hay más bonito que ejercer tu libertad rodeada de un puñado de sinceros e incondicionales afectos. A espaldas de las neuras del mundo. Cuidándote a ti misma. Y a ellos.
Con el tiempo...
© Pilar Muñoz - 2016
Simplemente maravilloso. Un texto lleno de belleza y de verdad. ¡Enhorabuena! No dejes de hilvanar palabras y por supuesto, no dejes de transmitir
ResponderEliminarCuánta verdad! Y qué bien dicha, qué bien plasmada. Qué placer es leerte!
ResponderEliminarBesotes!!!
muy buenas reflaxiones ... me encanto muxo sigue adelante
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