Contrariamente a la opinión de mucha gente, no soy de las que piensan que cualquier momento es bueno para hacer las cosas. Algunas, o las emprendes a la edad que debes o el tren pasa de largo y lo más que consigues es engancharte al vagón de cola recogiendo pocos triunfos y a destiempo. Hay otras, sin embargo, que siempre son bien venidas, surjan cuando surjan, tal vez porque no existen expectativas previas que cumplir o a las que llegar, y nos sirven, simplemente, para la más que preciada meta de añadir experiencias a nuestra vida que nos enriquecen como personas.
Si satisfactorio fue escribir el libro, aún más satisfactorio está resultando el hecho de compartirlo, por haberme abierto paso a un mundo del que estoy aprendiendo cosas a diario, tanto en relación a mi propio libro, que ya es mucho, como de quienes han pasado a ejercer la función de maestro en estas lides.
Me alegra profundamente haber contactado con la blogosfera literaria, no sólo por la ayuda que me está brindando, sino por el factor humano que hay tras ella y que, como Almu, no se limita a dejar patente sus impresiones positivas con respecto al libro, sino que además las acompaña de bonitas impresiones personales hacia mí, sin ningún tipo de rubor.
Ésta es una reseña corta..., pero intensa, tal y como ella define mis relatos, con preciosas alusiones a su portada, al estila de su prosa, a la dificultad para escribir relato corto... Y al igual que ocurre en ellos, con una sorpresa final: la de comparar sus giros sorprendentes con los del puro estilo del maestro Hitchcock. ¡Eso sí que me ha dejado a mí con la boca abierta y sin saber lo que decir!
Gracias, es lo único que soy capaz de articular. Sólo espero que ésta no sea una apreciación exagerada que nadie más esté dispuesto a compartir. Todo se verá.
Reproduzco el último párrafo de su reseña, pero podéis leerla completa en su blog, Los libros de Almu, que es una lindeza al igual que ella.
"Estos relatos me han producido ternura, alegría, pena, y alguno de ellos incluso angustia. Me han hecho reír y llorar, principalmente sentir y, sobre todo, disfrutar. Han conseguido sorprenderme, insisto, sorprenderme y mucho, debo confesar que en el segundo relato me quedé con la boca abierta y así uno detrás de otro... todos tienen un giro sorprendente al más puro estilo de Hitchcock, creo que estos relatos se merecen la gran pantalla y estoy segura de que éste libro va a dar mucho que hablar".
