
Aprendí a leer contigo. Para mí, las líneas de cualquier libro eran
una sucesión de palabras sin sentido, un cúmulo de frases desprovistas
de significado. Aún recuerdo tu mirada al escucharme, boquiabierto,
extrañado. «Quizás erraste al elegir la historia», recuerdo que me
dijiste,...