13 jun 2012

¿QUÉ PUEDE OFRECER UN RELATO?



Dentro del género literario de la narrativa, quienes escribimos cuento o relato corto debemos ser muy conscientes de que, hoy por hoy, la tendencia más generalizada y lo que por tanto goza de mayor aceptación entre los lectores de literatura de ficción es la novela, tal vez por la creencia extendida de que la brevedad de un relato o de un cuento no nos va a permitir adentrarnos de lleno en una historia completa y relativamente detallada, como sí suele ocurrir cuando nos enfrentamos a las más de cien páginas escritas de cualquier novela. Pero yo me atrevería a decir que ¡nada más lejos de la realidad!
Según palabras de Marina Mayoral -novelista y escritora también de relato-, “la novela es como un veneno lento y el cuento, como un navajazo”, dando a entender con ello, según ha sido expuesto ya en algunos otros foros y blogs literarios con los que estoy plenamente de acuerdo, que un cuento debe de ser conciso, pero sin perder por ello la profundidad y una intensidad  que puede conseguirse no solo eliminando todo lo superfluo, todo lo que no aporta algo realmente esencial para la trama, sino sabiendo elegir además las palabras adecuadas y la composición de unas frases que en muchos casos nos permita sugerir, más que decir; que nos permita transmitir y dar a entender muchas más cosas de las que se dicen en realidad, como una forma de economizar al máximo el espacio… pero no la información. Partiendo de estas premisas y teniéndolas muy presentes, a pesar del número reducido de palabras escritas, podemos conseguir recrear, no sólo un pasaje estático de la historia de su protagonista, sino llegar a describir con cierto detalle una serie de acontecimientos que pueden incluso extenderse temporalmente,  y ser capaces de construir además unos personajes bien perfilados y profundos que nos permitan sensibilizarnos con su vivencia, empatizar con ellos y sentirlos incluso muy cercanos a nosotros como lectores.
A mí personalmente, al igual que ya está admitida la distinción entre relatos y microrelatos  para referirnos a aquellos que tan sólo ocupan un par de líneas -pero que son capaces de englobar o de sugerir muchísima información dentro de ellas-,  me gustaría que también estuviera aceptada la posibilidad de hablar de novelas y de “micronovelas”, para poder definir de esta forma el estilo de los cuentos o de los relatos cortos que componen “ELLAS TAMBIÉN VIVEN”.
Cuando yo comencé a escribir los primeros relatos que componen este libro, ni siquiera sabía que acabaría escribiendo un libro. Más que ser yo la que buscara una historia que contar, podría decir que fueron estas historias las que me encontraron a mí cuando me detuve a observar concienzudamente todo lo que sucede a nuestro alrededor, y en particular, cuando me detuve a observar y a analizar muchas de las vivencias y de las experiencias, ¡tan intensas a veces!, de nosotras, las mujeres, en nuestra sociedad actual. En ese mismo instante, tuve muy claro que podía huir sin problema de lo excesivamente fantasioso, de lo histórico, de lo misterioso o de lo exótico…, para centrarme en recrear muchos de los acontecimientos que nos suceden en nuestra vida y en nuestra realidad cotidiana, porque aunque a veces no lo parezca, las mujeres tenemos muchas cosas que contar, muchas experiencias vividas que merece la pena sacar a la luz y compartir con los demás. 
Dieciséis  historias de este tipo, dieciséis vivencias de este tipo, protagonizadas todas ellas por mujeres y contadas de primera mano por ellas mismas, -y con las que más de una o uno de los que ahora leéis esto os sentiríais identificados-, son las que conforman esta recopilación de relatos de ficción; relatos en los que se dan cita las experiencias vitales de todas ellas en nuestra sociedad de hoy, su forma –nuestra forma- particular de percibirlas y de afrontarlas, y todo ese cúmulo intenso de pensamientos, emociones y  sentimientos que nos suele embargar a todas cuando nos tenemos que enfrentar a ese tipo de vivencias:  la historia del ama de casa que se ve abocada a ejercer la prostitución para salvar a su familia de la crisis económica, la mujer casada que se ve envuelta en un conflicto pasional del que no sabe cómo salir, la madre soltera que ha de afrontar en solitario la enfermedad de su hijo pequeño, la trabajadora vulnerable y con escaso sueldo que acaba siendo víctima de un acoso laboral, la cuarentona que ha de enfrentarse a la infidelidad cibernética de su marido, la profesional cualificada e inteligente que ha de elegir entre su prometedora carrera o la maternidad... son algunos ejemplos de estas historias, contadas con detalle en tan sólo unas cuantas páginas de papel. 

Si tuviéramos que catalogar a este libro, podríamos decir que estamos ante literatura realista, pero siempre dentro del género de la narrativa de ficción. “Ellas también viven” no es un libro de autoayuda, ni de corte psicológico o sociológico. Estamos ante relatos literarios de ficción que son, vuelvo a repetir, historias completas con un planteamiento de la trama, un desarrollo de la misma y un final, y que incluyen además, como a mi juicio no podía ser de otra forma, todos esos aspectos propios de las novelas cuales son la intriga, la tensión, la emoción, la incertidumbre o la sorpresa. Porque todos los que somos amantes de la lectura sabemos que, al fin y al cabo, son estos matices los que más nos incitan siempre a seguir leyendo, a seguir pasando páginas para ver al final en lo que termina la historia. Desde aquí te invito a descubrirlas. A dejaros sorprender.  



Y vosotros... ¿sois reacios a leer relatos?

22 comentarios:

  1. Como ya sabes, a mí antes me echaba algo para atrás, pero no porque no llegara a profundizar sino porque muchas veces los relatos se quedan en nada o son como el principio de una novela, que no es tu caso, ya que los tuyos tienen su introducción, nudo y desenlace.

    Pero desde que leí tu libro de relatos, además de otras cosas (que me ha influido mucho en muchos aspectos), perdí ese miedo a los relatos y cada vez me animo más a leerlos, porque un buen relato es totalmente comparable con una buena novela.

    Bonita reflexión para un día como hoy, ¡FELIZ DÍA DEL ESCRITOR!

    Besotes.

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    1. Oh, Sarah, es todo un honor haberte hecho cambiar un poquito tu forma de ver el género! Y si me dices que además te han influído también en otros aspectos, ya no puedo perdir más, desde luego.
      Gracias, y feliz día también para ti!!
      Besitos, guapa.

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  2. No voy a negar que comparado con novelas he leído pocos relatos. Leí algunos libros hace años pero no sé porque siempre me decantaba por una novela y eso que me gustaban. Este último año he leído varios libros y me han encantado. Es muy difícil contar en pocas páginas una historia que intrigue, emocione y te transmita infinidad de sentimientos. Con tus relatos estas cambiando la imagen que tiene la gente sobre ellos. Sigue así que son unas historias cotidianas que te encontraron a ti y que tú has conseguido que formen parte de nosotros.
    Besitos. Marga

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    1. ¡¡Qué cosas más bonitas dices, hija!!, jaja. Es verdad, yo creo que la gente suele tener una imagen equivocada y no dudo que en ocasiones, efectivamente, los relatos sepan a poco por el planteamiento que se les dé, pero es como todo, incluso como en las novelas, no todas las de ciencia ficción son iguales, ni las históricas, ni las románticas. Debemos de darle una oportunidad a todas sin estableces prejuicios que nos alejen de ellas.
      Un beso, bonita.

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  3. Para nada soy reacia, me encanta intercalarlos con novelas...Un besote!

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    1. Pues no sabes lo que me alegra contar con adeptos al género como tú! Porque es difícil conseguir que la gente se lance, ¿sabes?, pero bueno, poco a poco a ver si vamos consiguiendo algo.
      Besitos, Meg.

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  4. Totalmente de acuerdo con Marga!! Los relatos no tienen porque dejar algo "pendiente". Pueden ser perfectamente completos y plantear y desarollar una historia tan buena o mejor que la de una novela.
    En tu libro de relatos, eso está más que conseguido, y además, en mi humilde opinión, cada uno de los relatos transmite sentimientos y emociones reales como la vida misma, de los que sentimos en cualquiera de los pasajes de nuestra vida. No sé si serán mejor las novelas o los relatos, pero sí que sé que los tuyos se han quedado conmigo. No dejes de hacernos sentir con tus relatos, danos más...
    Un beso!!

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    1. ¡¡Ay, lo que daría yo por que todo el mundo pensara igual que tú, Alberto, y les diera esa oportunidad!! Afortunadamente, me siento genial cuando después de leerlos, la gente me dice cosas tan bonitas como las que dijiste tú en tu reseña e incluso ¡que le han reconciliado con el género!
      No pretendo dejar de escribir relatos, pero sólo si tengo algo interesante que contar, no soy de las que escriben por escribir, sino de las que persiguen siempre, como fin último, transmitir algo que se pueda quedar dentro durante al menos un tiempo cuando el relato termina. Pero no te preocupes, habrá más :)
      Un beso.

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  5. Es cierto que por lo general suelo leer novela tradicional, pero desde luego no soy nada reacia a leer relatos ni mucho menos. Y ya sabes que con los tuyos me quedé encantadísima. :-)

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    1. Es normal que nos pueda atraer leer más unos géneros que otros, igual ocurre con las diferentes temáticas de las novelas, lo importante es que no exista un rechazo inicial a leer nada dando por hecho que no nos va a gustar, como suele ocurrir con la narrativa corta. Me alegra que tú estés abierta a leerlos sin problema.
      Un besito, guapa.

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  6. Pues no soy nada reacia a leer relatos. Aunque llevaba unos años que no frecuentaba el género y cuando lo hacía, reconozco que siempre he acudido a los clásicos. Iba a lo seguro, a lo que ya conocía: Dickens, Borges, Henry James, Poe, Ana María Matute, Ignacio Aldecoa... Y de ahí poco me movía. Pero desde que descubrí los blogs, he visto que este género está muy vivo, y que hay mucho talento en él. He disfrutado mucho con las historias que tus niñas me han contado, he disfrutado mucho con los relatos de Julio/Román/Luis Miguel, con las "obsesiones" de Antonio Lagares,... Me encanta la fuerza que le estáis dando entre todos a este género, tan difícil y tan poco valorado en muchas ocasiones.
    Besotes!!!

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    1. Pues me permito darte las gracias en nombre de todos por acogernos de esta manera. En cuanto a mí respecta, me halaga muchísimo que mis relatos sean capaces de atraerte a su lectura y que hayas disfrutado de ellos, si no en la medida de los grandes que has nombrado -que sería aspirar a mucho- sí lo suficiente como para no hacerte dudar en adentrarte en este género de mi mano.
      Gracias, Margari, lo que has dicho supone un empuje muy fuerte para mí, aunque creo poder decir que para todos nosotros.
      Un beso!

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    2. Me cuelo aquí, porque me ha pasado un poco como a Margari. He vuelto al género gracias a la lectura de libros como Obsesión, de Antonio Lagares, o los relatos de Luis Miguel. Los tuyos voy conociéndolos, poco a poco. El tiempo no me sobra y prefiero buscar el momento idóneo para la lectura.
      Yo me he dado cuenta de que empecé por ahí, que algunos tengo guardados. No sé si algún día me dará por sacarlos del cajón.

      Besos

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    3. Me complace saber que has vuelto al género, con independencia de a quién leas. Yo, por lo que a mi respecta, prefiero que no se lean mis relatos a que se lean en mal momento; coincido contigo en que hay que buscar el momento apropiado para cada lectura si queremos sacarle el mayor partido posible y no extraer falsas conclusiones por causas ajenas al propio relato o a la novela, así es que tómate todo el tiempo del mundo.
      Y no estaría mal que abrieras ese cajón del que hablas y nos sorprendieras.
      Un beso.

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  7. Por mi parte creo que ya sabes lo que opino sobre los relatos,yo los considero un género literario más, que intercalo con otras lecturas. Pero si me he dado cuenta y más ultimamente, aqui y en mi entorno que hay un alto porcentaje de lectores que no opina lo mismo, aunque espero que poco a poco se ira abriendo camino igual que la poesia que se consideraba solo lectura para eruditos. Besitos guapa

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    1. Sí, lamentablemente hay muchos que no opinan igual que tú y excluyen este género directamente de sus lecturas, ni siquiera los intercalan entre otras de vez en cuando, y todo por una cuestión de extensión, no por temática. Pero como tú dices, espero que poco a poco vayamos eliminando esa mala imagen de la que goza para que pase a ser una opción más a la hora de leer, en igualdad de condiciones.
      Gracias, Silvia.
      Un beso.

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  8. Poco relato suelo leer yo, ya comenté que tu libro me reconcilió con el género. Normalmente los relatos se me suelen quedar cortos, saberme a poco, ya que lo más corto que he leído por iniciativa propia son las aventuras de Holmes y eso son más bien novelas cortas. Ahora tengo pendiente algún que otro libro de relatos, a ver si pronto le doy una oportunidad.

    Un beso shakiano!!

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    1. Es un orgullo para mí haberte reconciliado con el género. Espero que ahora que lo has retomado un poquito, sigas dándonos esa oportunidad de hacerte disfrutar con su lectura.
      Un beso, Shaka.

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  9. Nunca he hecho distinción entre los distintos géneros literarios. Cuando alguien deja un pedacito de sus emociones, o de su esfuerzo creativo, reflejado en una hoja en blanco, me da igual que tenga una página, diez o doscientas. Si me resulta interesante lo que leo, si me transmite sensaciones y cumple mis espectativas como lectora, valoro lo mismo un poema, un relato, una novela, un ensayo... Un beso, Pilar.

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    1. Pienso igual que tú, Koncha. Deberíamos valorar si leer un escrito o no en función de lo que promete ser su contenido, no de su extensión. Efectivamente, hay veces en que se condensan muchas más emociones, sentimientos o sensaciones en espacios cortos que en otros más largos. Lástima que no nos permitan demostrarlo.
      Un beso.

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  10. La verdad es que la frase de Marina Mayoral no puede ser más lapidaria y, sobre todo, real.

    Está claro que tus relatos también podrían tildarse de "micronovelas", pero ¿sabes qué te digo? Que eres una de las mejores representantes del género que conozco y deberías llevar a gala el género en el que te has dado a conocer... ¿para que inventar eufemismos cuando el relato tiene la misma relevancia que la novela?

    (Ya sabes que suelo pasarme de clara, espero que no te moleste).

    Un beso.

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    1. ¡¡Vaya, eso que has dicho es todo un halago, gracias!!
      No pretendo renegar del género del relato, este artículo es precisamente una lanza que quiero romper por él, porque no tiene que desmerecer nada a otros géneros. El hecho de denominarlas "micronovelas" se basa únicamente en su estructura literaria, más parecida a la del cuento o la novela que a la de muchos otros relatos. Creo que el nombre debería de atender más a este aspecto que a una mera cuestión de extensión en el texto.
      Ah, y no te preocupes por la claridad con la que hablas. Me gusta la gente franca y sincera :)
      Un beso, guapa.

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