18 jun 2015

"UN HIJO" de ALEJANDRO PALOMAS.


SINOPSIS

Una novela llena de ternura e intriga para los lectores de; Una madre y El curioso incidente del perro a medianoche; Guille es un niño introvertido, con una sonrisa permanente. Tiene solo una amiga. Hasta aquí, todo en orden. Pero esta apariencia de tranquilidad esconde un mundo fragilísimo y con un misterio por resolver. Las piezas son un padre en crisis, una madre ausente, una profesora intrigada y una psicóloga que intenta comprender qué esconde el niño. Una novela coral donde se mezclan sentimientos, silencios, vacíos y un misterio cautivador.



   La lógica de los niños puede resultar, a veces, apabullante y cuanto menos sorprendente. Y no debería de serlo cuando somos los adultos quienes, aparentemente, gozamos de la sabiduría que nos aporta el conocimiento adquirido y la experiencia de vida. Pero resulta paradójico que estas dos fuentes del saber contribuyan, con relativa frecuencia, a enrevesar las cosas en lugar de clarificarlas, a disipar la sencillez de miras con la que analizarlas para alcanzar conclusiones mucho más reveladoras. Nos empeñamos en afirmar, consciente o inconscientemente, que la complejidad es una cualidad inherente a la mayoría de las situaciones que vivimos y como tal las analizamos, y buscamos soluciones a la altura de ese grado de complicación que terminan por resultar ineficaces e incluso absurdas. ¡Cuánto hemos de aprender de los niños! ¡Cuánto deberíamos reaprender de lo que un día supimos, de lo que trajimos a este mundo como habilidad innata y hemos ido perdiendo a lo largo del camino por una contaminación mental y mortal que resulta difícil evitar!
   Alejandro Palomas nos presenta a Guille, un niño encantador, con una sensibilidad especial que yo no podría aventurar si es innata o adquirida, o tal vez una mezcla de ambas cosas, impresa en su sangre y alimentada por la educación y el modelaje de su propia madre de los que Guille pudo disfrutar hasta el momento de su separación. Y fuerte. Un niño fuerte como suelen serlo la mayoría de ellos, aunque de nuevo los adultos nos obstinemos en pensar que la inocencia y la edad escasa es directamente proporcional a la debilidad física y psicológica, hasta el punto de sobreprotegerlos cuando, a veces, somos nosotros quienes debiéramos cobijarnos bajo su amparo.
   La historia que se nos cuenta es tan sencilla como preciosa, tal dulce como entrañable, tan sorprendente como real. Porque yo no me canso de decir que lo cotidiano y lo habitual también sorprende cuando reparamos y exponemos de manera minuciosa los detalles de esa vivencia que la hacen particular, cuando a los demás se les hace vivir y empatizar a través de ese cúmulo de sentimientos y de emociones que acompañan a tal experiencia al hacerlos testigos directos de lo que se les cuenta. Y esto es precisamente lo que Alejandro Palomas persigue en "Un hijo". Narra un suceso por desgracia relativamente frecuente, como es la desaparición de una madre de la vida de su hijo, pero se centra en exponer, con maestría, la forma de reaccionar y las secuelas mentales y psicológicas que este hecho produce tanto en Guille como en su padre, convirtiéndolas en el verdadero leitmotiv de la novela. Y nos conquista. Nos conquista con su capacidad de ahondar en las profundidades del corazón, en el pozo de los sentimientos conmoviéndonos, pero sin regodearse en el morbo de las penurias ajenas y, sobre todo, de las tristezas infantiles a las que resulta muy sencillo rendirse para provocar la lágrima fácil. Guille nos conmueve, pero lo hace por la fortaleza admirable que despliega a pesar de su edad, por su ingenuidad, por su inocencia, por su sensibilidad, por sus ganas de vivir y de defender aquello en lo que cree, aquello que piensa que le salvará.
   No toda la historia gira en torno a los sentimientos. Alejandro Palomas desarrolla una trama que va desgranando poco a poco la forma en que todo acontece, permitiéndonos conjeturar lo que ha pasado y si existen, según nuestro criterio propio, razones suficientes para  que sus protagonistas se muestren así. Y lo hace a tres voces, con tres de los protagonistas contando en primera persona su historia y su propia percepción de la misma -Guille, Luis (su padre) y María (la psicóloga del colegio)-, con un lenguaje y un estilo narrativo distinto para cada uno de ellos que se ajustan como un guante a su edad y a su personalidad.
   No hay demasiados escenarios, ni tampoco el autor se recrea en las descripciones del ambiente o del entorno, solo las justas para situar a los personajes y centrar la historia. Pero es no necesitamos más. Esquivamos los físico para colocar nuestros cinco sentidos en lo psicológico de la historia, en lo sentimental, destinando por otro lado nuestra curiosidad al intento de descubrir lo que ha pasado. Este último puede que sea el único aspecto que a mí no me ha permitido acabar la novela con el excelente sabor de boca que deseaba, y es que desde el mismísimo principio anticipé el final, con lo cual me ha faltado ese factor sorpresa que tanto me gusta y que hubiera hecho que "Un hijo" fuera, para mí, una novela con un regusto exquisito. ¡Pero esto no tiene por qué pasarle a los demás, por supuesto!

   En definitiva, "Un hijo" es una novela cuajada de sentimientos y de emociones, escrita con una sensibilidad pasmosa y con una narrativa impecable que se adapta a la perfección a cada una de las voces que cuentan la historia, con un desarrollo de la trama estudiado que va desgranando poco a poco el porqué de lo sucedido y de la forma en que se comportan y se manifiestan los personajes (reales, tangibles y muy humanos, por cierto). Una novela de la que he disfrutado muchísimo y que merece ocupar un puesto a la altura de su predecesora: "Una madre".

   ¡Felicidades, Alejandro Palomas!


Pd. Esta opinión ("reseña") forma parte de la Lectura conjunta organizada por Margalida Ramon (Blog Libros, exposiciones, excursiones...) y Marisa González (Blog Book & Co.)


6 comentarios:

  1. Si ya de por sí hay ganas de leer a Alejandro Palomas, con tu reseña se multiplican. Me alegro mucho de que hayas disfrutado tanto de la novela y enhorabuena al autor, que lo ha vuelto a conseguir.

    Un beso

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  2. Disfrité muchísimo con Guille y el último capítulo lo leí llorando sin parar.
    Un beso

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  3. Es genial...Distinto a una madre, pero te deja con los pelos de punta y deseando tener un Guille en tu vida. Besos

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  4. Se nota que has disfrutado mucho con Guille, no es para menos. Guille es un niño tan tierno y tan valiente que dan ganas de achucharlo. Alejandro escribe siempre desde el corazón, con su prosa emotiva dispuesta a emocionar a cualquier lector. Cerré el libro llorando y eso que también adiviné cómo terminaría la historia.
    Muchas gracias por participar, guapa, en la lectura conjunta!
    Besitos

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  5. Cómo se nota cuando se disfruta con una lectura! Un autor con el que tengo que estrenarme. A ver si me animo pronto!
    Besotes!!!

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  6. Creo que acabaré leyéndolo.
    Estupenda reseña.
    ¡Nos leemos! :)

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