24 mar 2015

"PEPE PEPINO" de MARIA JOSÉ MORENO.


¡Hola!
Me llamo Pepe Pepino y soy un niño muy especial. Soy de color verde. No tengo la cabeza redonda como tú y vengo de un lugar que está en el cielo muy, muy lejos.
Si quieres saber qué hago en tu planeta, por qué me llamo Pepe o conocer a mis nuevos amigos solo tienes que abrir las páginas de este cuento.
¿Te animas?
Lo pasarás guay.  


   He conocido esta tarde a este personajillo de color verde con carita de buenazo. Si hace unos días terminaba de leer una novela juvenil, hoy he dado unos cuantos pasos más en mi regresión de edad para acercarme a un cuento precioso. Pero no me he vestido de niña. Esta vez me he visto a mí misma sentada en la cama, en el silencio de la noche, con una lamparita encendida y mis dos peques acurrucados junto a mí, uno a cada lado, escuchando cómo les contaba un cuento mientras ellos ponían imágenes a mis palabras gracias a las ilustraciones de sus páginas. Y he lamentado que Pepe Pepino no hubiera caído en mis manos por aquel entonces, porque les habría encantado, se habrían quedado embobados con su semblante despierto, con la forma original de su cabeza y de su cuerpo enjuto y con la belleza de unos dibujos alegres y muy dulces a un mismo tiempo, como si la mano de quien los ha diseñado y pintado desprendiera ternura por todos sus poros. 

   Son pocas las páginas que llenan el cuento, como todos ellos, porque el tedio suele asolar a los más pequeños cuando la historia se extiende en exceso, pero sobre todo porque no es necesario demasiado lenguaje para transmitir un mensaje. Y el que aquí se enconde está bañado de amor, de compasión, de lazos afectivos férreos, de tolerancia, de amistad... 

   Nacemos con la mente como una tabula rasa, sin prejuicios, sin ideas preconcebidas, sin hábitos ni costumbres, sin conductas aprendidas, solo aquellas instintivas con las que la madre naturaleza nos arroja al mundo para asegurar nuestra supervivencia. Todo lo demás está en nuestras manos, en las manos adultas que darán forma a esas pequeñas mentes repletas de inocencia. Y qué mejor que hacerlo con las herramientas adecuadas, como puede ser un libro que inculque valores, que nos ayude a transmitirles un mensaje deseable que fortalezca su formación y educación.

  Se nota el mimo con el que María José Moreno ha creado este cuento, con el que ha dado vida a un personaje que me resisto a pensar que sólo ha nacido para protagonizar una historia. Creo, personalmente, que la baza fuerte de esta apuesta no está en el cuento en sí, sino en el propio Pepe Pepino y todo lo que puede aportar, con sus anécdotas, con sus experiencias, con sus relaciones afectivas, con su forma de entender la vida y este nuevo planeta en el que acaba de aterrizar. Creo, personalmente, que este debe ser solo el comienzo de otras muchas historias que sirvan de cauce para educar a los niños de la mano amiga de un personaje entrañable de color verde con cabeza de pepino. 

   ¡Felicidades, María José! No todo el mundo es capaz de crear una historia intimista y emotiva, de adentrarse en la mente de un psicópata, de describir experiencias repletas de humor en la vida de un ex y de hacer alarde de una sensibilidad infantil palpable para acercarse con éxito a los más pequeños, como seguro lo harás.  



2 comentarios:

  1. Ohhh, qué bonito! Este me lo llevo bien apuntado.
    Besotes!!!

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  2. Gracias Pilar, te lo dije anoche y te lo vuelvo a decir. Con las lágrimas saltadas de la emoción. Un beso

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