¿Qué sucedería si tus deseos más íntimos cayeran en manos de un atractivo desconocido?
Alocada, atolondrada, sexy e impulsiva, Paula es una decoradora que
vive en Barcelona y que trata de reponerse de sus heridas. Necesita
recomponerse después de una difícil ruptura amorosa. Pero un despiste
tonto -deja abandonado su cuaderno, un objeto en el que apunta ideas
para un proyecto editorial mezcladas con sus vivencias- cambiará su vida
por completo y le hará volver a sentir el deseo y la atracción. Junto a
sus inseparables amigos, Nero y Vera, Paula descubrirá el amor, la
pasión y los giros inesperados con los que te sorprende la vida.
Me gusta cambiar de género de una novela a otra a la hora de leer, tocar temáticas distintas y estilos narrativos diferentes, primero por evitar el aburrimiento o la monotonía literaria y segundo, para no incurrir en esas odiosas comparaciones que a veces resulta inevitable hacer cuando tenemos entre manos novelas de corte parecido. Después de haber leído una novela intensa como Un millón de gotas y una romántica, más tranquila y sosegada como Un amor para Rebeca, me apetecía cambiar literalmente de tercio. Y opté por dejarme llevar por las críticas positivas que venía recabando El cuaderno de Paula como novela erótica capaz de arrancarte unas risas a lo largo de sus páginas.
No quiero anticipar si estoy de acuerdo o no con tales críticas, prefiero explicarme, porque Sara Ballarín me ha sumido en una especie de montaña rusa a medida que avanzaba la obra. Pero vayamos por partes:
Debo comenzar rompiendo una lanza en favor de la autora por su apuesta por el humor a la hora de escribir la novela. Si el drama es difícil de plasmar y transmitir, hacer reír lo es aún más. Y mantener ese tono hilarante y desenfadado, con golpes jocosos durante más de trescientas páginas, lo intensifica, porque resulta más sencillo entrar en un "trance emocional" de congoja y llanto con el que regar las palabras, que tener de continuo el desparpajo y la vis cómica necesaria para arrancar sonrisas.
Encontré lo que esperaba en el primer tercio de la novela. Un comienzo original y prometedor, un tono ocurrente con toques continuos de humor que me hicieron reir y sentirme identificada en muchos momentos por su similitud con el humor típico andaluz, y una manera desenfada de narrar las escenas de sexo con la que consigue que, a pesar de su grado de descripción detallada, directa, explícita y sin tapujos, estas no resulten chocantes, groseras o burdas en absoluto.
Pero ese gustillo a estilo diferente, capaz de hacerme esbozar sonrisas e incluso soltar alguna risa de vez en cuando como ya he dicho, comenzó a esfumarse ligeramente a medida que me adentraba en el segundo tercio. Y no porque estos rasgos desaparezcan por completo, sino porque la trama se reduce casi de forma exclusiva a los encuentros sexuales entre los protagonistas, y a mí -personalmente a mí (y por eso esta opinión la considero subjetiva)- el sexo por el sexo, incansable, sin una historia de fondo que avance de forma significativa al compás de los encuentros, con tópicos de sexo magnificado e ideal más propio de sueños juveniles que maduros me cansa, no me aporta lo suficiente como para incitarme a seguir leyendo por encontrarla un tanto vacía de contenido. Pero esta es mi percepción particular; obviamente, aquellos lectores que disfruten con las escenas de sexo sin más pretensión no hallarán en este punto un handicap para no leerla.
La novela mejora al entrar en la última parte. Y esta afirmación no deja de ser una prueba de que siempre es posible discrepar en opiniones, porque he leído comentarios de algunas otras lectoras que han valorado como negativo lo que a mí más me ha gustado: que la historia gane en profundidad, que la protagonista se plantee las tesituras psicológicas que le impiden avanzar, que ponga sobre la mesa el papel y las repercusiones del miedo, la necesidad de superación, de centrarse en una misma para resolver los conflictos soterrados que no afrontó en su momento y que se han convertido en un lastre emocional que le impide cerrar puertas para abrirse a oportunidades nuevas, sin complejos, sin censuras ni temores de algún tipo. Recuperé el interés por seguir leyendo y descubrí un cierto sentido y una explicación plausible a lo que había sucedido hasta el momento. Tal vez este último giro se produce, bajo mi punto de vista, de manera un tanto brusca, forzada en cuanto a la actitud de los personajes y a los diálogos que terminan provocando el cambio radical que experimenta la trama, pero aún así no puedo negar que la novela ganó parte de los puntos que había perdido en los capítulos centrales.
Y me ha gustado el final, aunque no sea el que esperaba o el que hubiera escrito yo, jaja. El romanticismo vertido en las últimas páginas le aporta credibilidad a la historia, la completa y la hace más real y coherente con lo que sucedido hasta el momento.
En definitiva, El cuaderno de Paula es una novela agradable de leer, con un estilo desenfadado que se agradece para desengrasar neuronas tras lecturas más densas o profundas, con una narrativa hilarante y humorística que la hacen divertida en muchos momentos, con un estilo peculiar para describir el sexo sin tapujos, sin rodeos, consiguiendo que resulte natural y en absoluto desagradable de leer y con toques de intimismo que nos incitan a pensar en la complejidad del ser humano, en la fuerza de sus frustraciones no resueltas, en la incapacidad de adivinar lo que realmente es el amor -y la pasión- hasta encontrarlos de frente y en que merece la pena luchar por ellos cueste lo que cueste. Y dosis de sexo. Bastantes dosis de sexo demasiado utópico y maravilloso para una mente madura como la mía, pero que puede hacer las delicias de las románticas soñadoras.
Novela válida para el Reto Semi Genérico y para el Mes temático del amor de Libros que hay que leer.
Ya sabes que necesito algo más que sexo (cómo suena esto!) en este tipo de novelas. Así que esta vez no me la llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Acabo de sufrir una decepción con este genero. Hasta que no cure la herida... jeje. Un beso!
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog y me parece un interesante referente literario. ¿Te importaría que añadiera tu dirección a mi blog?
ResponderEliminarEstás invitada a conocerlo.
relatocuentos.blogspot.com
Un saludo
Domingo Plumaroja