29 mar 2012

EDITORIALES: MI EXPERIENCIA & LA DE LOS FAMOSOS.

  “¿Cómo ha sido tu experiencia con las editoriales (convencionales)?” 
  Ésta es la pregunta que me han formulado ya en varias ocasiones.
  Y ésta ha sido siempre mi respuesta: “No he tenido ninguna”. 
  No tenía intención alguna de publicar un libro cuando escribí el primer relato de esta recopilación, pero cuando esta andadura terminó desembocando –podría decir que de manera involuntaria- en la idea de sacar a la luz pública este conjunto de vivencias de ficción, la primera duda que asoló mi mente fue qué hacer con ese manuscrito desconocido hasta casi para mí.
  No suelo dar un paso en falso por dejadez, sólo por ignorancia inevitable, por lo que decidí consultar la mejor forma y manera de hacer llegar mi obra a diversas editoriales. Investigué, leí y releí montones de artículos publicados en la red en torno al tema y en los que se hacían las pertinentes recomendaciones sobre el procedimiento más idóneo para ello. Y me vi sorprendida, y no sabéis cuánto, al descubrir que lo último que debía remitir a una editorial era el propio manuscrito de la obra. Esto siempre se hacía al final, después de haber superado una fase previa en la deben remitirse otros muchos datos que entendí completamente lógicos, como son los datos personales, de contacto, una breve presentación del autor en su faceta de escritor, el título, una breve sinopsis argumental de la novela y una muestra de escritura de apenas uno o dos capítulos, quince páginas a lo sumo.  Hasta ahí todo bien, hasta que continué leyendo el resto de las recomendaciones, imprescindibles además para tener una aceptación inicial algo favorable. Entonces fue cuando me quedé a cuadros: información relevante sobre nosotros y sobre nuestra actividad literaria, premios, colaboraciones en periódicos, relatos publicados, entrevistas o el éxito de nuestro blog que registra más de 300 visitas diarias o cuenta, en pocos meses, con más de 600 seguidores; cualquier otra información adicional sobre nosotros que pudiera ser relevante a nivel social, aunque fuera el hecho de haber escalado el Everest y ser conocida por ello; una comparativa de nuestra obra con las tendencias del mercado afines a la nuestra y que, por supuesto, se encuentren en las listas de los libros más vendidos, y una vez hecho esto, explicar por qué nuestra obra, a pesar de esta afinidad, es diferente a las demás en grado suficiente como para despertar el interés; un informe de mercado que indique quiénes serán los compradores de nuestro libro, qué tipo de lector, edades y qué otros libros suelen ser leídos por ellos; qué podemos ofrecer para la promoción del libro, es decir, qué contactos tenemos en medios de comunicación, a qué organizaciones estamos vinculados o qué colectivos pueden ser potenciales compradores de nuestra obra; prensa, páginas literarias en Internet, blogs de prestigio, críticas o entrevistas de trabajos previos editados…  Y todo esto último que acabo de enumerar es considerado, además, como “información clave”.  Una vez superado este filtro, si la propuesta les resulta interesante, entonces se pondrán en contacto con nosotros para solicitarnos el envío de nuestra obra. Y entonces, y sólo entonces, la leerán y comprobarán si la misma tiene calidad literaria suficiente, en cuando a forma y fondo, como para merecer la publicación.
  No sé qué conclusión sacáis vosotros, pero la mía fue y sigue siendo muy clara. Las probabilidades de una venta exitosa están muy por encima de la calidad de lo que se publica. Visto todo esto, me sorprende que aún exista quien defienda, como se ha hecho de manera tajante, que los auto publicados recurrimos a esta vía cuando nuestras obras no tienen la calidad suficiente como para ser editadas de manera convencional, y en un afán de alimentar nuestro ego narcisista.
  Como podréis imaginar, cuando yo (y me consta que muchísimos como yo) decidí publicar mi obra, hice un balance rápido de la situación y estos fueron los elementos que tenía sobre la mesa:
1.       No había publicado ni editado anteriormente absolutamente nada de manera oficial ni oficiosa. Era autora novel, novelísima, diría yo.
2.       No tenía un blog ni ninguna otra publicación de éxito visitada masivamente a diario.
3.       No estaba relacionada con el mundo de la escritura ni con ninguna otra profesión afín a ella (periodista, profesora de lengua y literatura, historiadora…)
4.       No pertenecía a ningún colectivo que pudiera ser comprador potencial de mi libro.
5.       No había hecho nada en esta vida por la que llamar sustancialmente la atención pública (participar en Gran Hermano podría haberme servido, tal vez).
6.       El libro que tenía entre manos era una recopilación de relatos y los bestseller suelen ser novelas, de cualquier género, pero novelas.
  Si os digo que opté directamente por la auto publicación, descartando automáticamente enviar el manuscrito a cualquier editorial convencional, ¿me diréis que cometí un error?
  Un año después de haberlo sacado a la luz, las críticas y comentarios en torno a él no pueden ser más positivas, en cuanto a fondo, trama y temática, y en cuanto a la forma en que está escrito. Aún así, preveo que la única manera de que este libro siga llegando a los lectores será por mi empeño personal en ir llamando de puerta en puerta, recibiendo la inestimable ayuda de todos vosotros, difundiéndolo a base de presentaciones que para nada serán multitudinarias, llevándolo en mano a las librerías pequeñas o batallando bestialmente con las grandes para que lo puedan tener disponible quién sabe si por tres meses o por tres días.
  No me pesa. Estoy disfrutando de esta experiencia y no me resulta frustrante ni desalentador porque no pretendo dedicarme a la escritura de manera profesional ni hacer de esto mi medio de vida, y porque además, la independencia que me ofrece mi empresa personal también me permite escribir lo que quiero y como quiero, sin directrices ajenas que cumplir. Pero cuando pienso en aquellos de mis compañeros que sí sueñan con dedicarse a ello y ver sus libros en los escaparates y en las mesas de novedades, o apilados en torres visibles junto a la entrada de El Corte Inglés, no puede dejar de sentir una cierta desazón, impotencia o tal vez una sensación de injusticia cuando veo que personajes famosos como Ana Obregón, Arantxa Sánchez Vicario, Rafael Nadal, Risto Mejide o Ana Rosa Quintana, por citar sólo unos cuantos, tienen garantizado un hueco en las mejores editoriales sin luchar (o eso creo) ni la décima parte que mis amados compañeros que aún teniendo una pluma excelente y una desbordante imaginación se ven incapaces de alcanzar la vuelta de la esquina en muchos casos.
  No tengo nada personal en contra de quienes he citado, ni siquiera pretendo cuestionar si sus libros merecen o no la pena, en cualquier caso, de cuestionar a alguien debería de ser a aquellos que los compran, pero tampoco es mi intención, porque sin leerlos no me creo en el derecho de opinar. Tan sólo me da pena que el apodo de famoso prime mucho más que la buena literatura a la hora de publicar. Porque, ciertamente,  como muy bien dijo la poeta Juana Castro el día de mi presentación, estamos en la era del “todo vale” con tal de garantizar la venta masiva de un libro.


* Gran parte de la información relativa a las recomendaciones para buscar editorial ha sido extraída de la página web www.escritores.org y de los datos facilitados por la agencia literaria Guillermo Schavelzon & Asociados, S.L.

25 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo contigo Pilar, me dio muchísima pena cuando vi en las novedades editoriales el último libro de Ana Obregón que encima se convertirá en un éxito de ventas y luego hay tantos autores a los que no les dan ninguna oportunidad cuando tienen obras realmente buenas, es una pena

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    1. A mí lo que más me apena y me indigna es que además de no contar con las mismas oportunidades que ellos -famosos o conocidos por cualquier otra labor distinta a la literaria-, encima tengamos que aguantar la crítica social por haber optado por la auto publicación, como si ello fuera un sinónimo incuestionable de que lo que hemos creado es un bodrio literario. Sólo espero que la experiencia con estos libros les haga cambiar de opinión y que los recursos que poco a poco se nos van brindando, palien de alguna forma este rechazo por parte de las editoriales.

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  2. Jo, Pilar, me he quedado impresionada con tu entrada, porque es una experiencia muy similar a la mía. Jamás lo he intentado con ninguna editorial, pues aunque no me informé con tanto detalle como tú (menuda labor de investigación hiciste) si intuí como funcionaba el tema. Y la verdad, tras leer experiencias de muchos autores que incluso enviaban sus obras con una "marca" para saber si tan siquiera habían abierto el manuscrito y se lo devolvían sin haber pasado ni siquiera de la primera página, pensé ¿Para qué? Como bien dices, cuando publiqué por primera vez en mayo del 2011, ni tenía un blog, ni tenía ni idea de cómo funcionaba este mundo, ni nada de nada a lo que aferrarme, así que pensé en publicar mis libros para "aprender"... oír opiniones, ver como eran las cosas, saber si realmente yo podía llegar a los demás con mis escritos... No es que ahora sepa "mucho", pero algo más sí, y eso es gracias a las opiniones que he recibido, a la oportunidad de relacionarme con otros autores, etc... En resumen y para no enrollarme más, jejeje, que no puedo estar más de acuerdo con todo lo que dices. Un abrazo.

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    1. Vamos a quedarnos con lo positivo, Cristina, y es que esta experiencia "en solitario" nos puede servir para contar con una publicación previa, además de las críticas y comentarios positivos que han suscitado, y para ser un poquito más conocidas dentro de este mundillo literario, aunque aún no seamos nadie. Para la próxima vez, ya tenemos un primer peldaño en el que apoyarnos. Esperemos que poco a poco podamos ir subiendo más, si antes no hemos conseguido la fama por otros medios que nos puedan lanzar directamente a los brazos de una editorial, jaja.
      Un beso, guapa.

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  3. Completamente de acuerdo con tus palabras. Es increíble que se requieran todos estos requisitos para poder empezar a mirarse una obra. Si tienes todo esto ya no te hace falta, ya eres conocido y no necesitan saber si la obra es buena o mala, hay miles de críticas y opiniones. Sinceramente me da mucha pena el ver que hay obras buenísimas que se quedan sin ser publicadas. Ultimamente he leído bastantes libros de autores noveles y me han sorprendido y transmitido muchas más cosas que los libros que ellos llaman bestsellers, que muchas veces son un tostón. Y los libros de estos famosillos no me interesan para nada y menos conocer más detalles de su vida.
    Sigue escribiendo y no pierdas la esperanza, igual algún día recibes una sorpresa. Yo confio en que algún día las editoriales tengan un poquito más en cuenta las reseñas de los blogs, no puede ser que tantos tengan una opinión tan acorde.
    Besotes

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    1. El problema es que mientras haya demanda, habrá oferta, sea de lo que sea. Pero bueno, yo estoy más esperanzada en las nuevas vías que se nos están abriendo, como el hecho de poder publicar en la red (Amazón, por ejemplo) y que el libro sea accesible a quien lo quiera leer, sin mediación de editoriales convencionales. Los lectores son muy inteligentes. Por muchos libros que se publiquen de manera indiscrimada, acabarán bajándose los que merecen realmente la pena. Al menos, ya podemos contar con esa opción, que cada vez será mas accesible para todos.

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  4. Ay, la he líado. Quería decir que será por algo que los blogs en algunos casos tienen la misma opinión sobre un libro. Si esta es positiva en todos los sentidos será porque el libro merece muchísimo la pena, no?

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  5. Yo sí lo he intentado con editoriales convencionales y las respuestas siempre han sido "no coincide con nuestra línea editorial" o simplemente mutis total.

    Al principio me daba muchísimo miedo autopublicar porque todavía muchos lectores lo consideran un producto de segunda. Pero no me arrepiento en absoluto, estoy contenta, orgullosa, y disfrutando muchísimo de la experiencia.

    Es una lástima lo que ya habéis comentado de Ana Obregón (entre muchos otros) pero la sociedad hoy día es así. Vende más un personaje que sale en la tele diciendo pamplinas o enseñando cacho que cualquier otra cosa.

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    1. Eso de que "no se ajusta a nuestra línea editorial" es una forma típica y muy diplomática de salirse por la tangente, que no hace sino ratificar lo que estamos hablando, porque luego podemos comprobar que algunas tienen libros en catálogo todavía más dispares que el nuestro. Tú debes alegrarte, creo que está yendo muy bien, sólo faltaba que ganaras tu premio Troa para demostrar que se pueden conseguir las cosas con esfuerzo y empeño, a pesar de las trabas que nos ponen. Y si no lo ganas, también, llegar hasta ahí ya es mucho.
      Gracias por tu testimonio, Inés, y mucha suerte.
      Un beso.

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  6. He leído muy despacio y atentamente este post, porque me ha parecido muy interesante, de verdad.

    No hubiera podido explicarlo mejor y es que tienes toda la razón del mundo. Efectivamente y no te equivocas, si tienes un nombre... tienes un hueco en este mundo. Y, sí, deberías haberte apuntado a Gran Hermano, de hecho, deberías hacerlo. Uno de los concursantes de la primera edición, Iñigo González, publicó hace poco un libro que, según he podido leer, puede que tenga algo que ver con lo que aquí apuntas. Aún así... ¿tú crees que si no hubiera participado en ese concurso, hubiera conseguido publicar algo? Yo estoy convencida de que ¡¡NO!!

    Estoy realmente orgullosa de poder tener un blog en internet, de pertenecer a un grupo en el que nadie es mejor que nadie, en el que somos conscientes de lo que vosotros, los ESCRITORES, tenéis que luchar para poder ver vuestras obras publicadas. Y me siento bien ayudándoos de alguna manera, difundiendo noticias sobre vosotros, dandoos a conocer o haciendo partícipes a los demás de lo que nos sugieren vuestros trabajos.

    Para mí, el autopublicar, me parece genial. Sé que no es fácil si quieres vivir de ello pero, de esta manera, seguís siendo vosotros mismos. Ojo!! No quiero decir con esto que el publicar con una editorial sea malo, todo lo contrario. Me encanta leer y colaboro con algunas en mi blog. Pero, sinceramente, a veces, hay mejores historias escritas autopublicadas que dadas a conocer en una editorial.

    Y me voy a extender más de lo normal, añadiendo que esto, desgraciadamente, pasa en todas partes, ya seas escritor, actor, periodista, panadero o cajera del súper. Si tienes un buen apellido no te hará falta luchar mucho por lo que quieres.

    Ea, qué a gusto me he quedado!! Jajaja.

    Besotes.

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    1. Jaja, completamente de acuerdo contigo, Sandra, en todos sitios "cuecen habas", como suele decirse. Los autores que como yo hemos auto publicado tenemos muchísima suerte por contar con gente como tú, bloguers literarios que sí están abiertos a leer algo más de lo que se publicita y promociona hasta la saciedad con potentes herramientas de marketing. Yo personalmente os estaré eternamente agradecida, porque os debo muchísimo en relación con la difusión de mi libro. Gracias a vuestros comentarios, críticas y reseñas he podido darlo a conocer, aunque sea mínimamente. Yo tampoco digo que todo lo que se publica de manera convencional no valga la pena, en absoluto, hay muchísima buena literatura publicada así, pero esa minoría es la que me fastidia, porque pienso que no merecen compartir terreno literario con los grandes.
      Un beso y gracias por lo que haces.

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  7. Pilar, una gran entrada. Muy bien escrita, como siempre que viene de ti, maravillosa en el fondo y en la forma. Siento una gran tristeza al leer ésto, sabía que era difícil publicar un libro pero como solo me dedico a leerlos desconocía como funcionaba el tema de la publicación. ¿Te has planteado participar en Gran Hermano???? Ja, ja .. no lo hagas, creo que tu talento se merece algo mucho mejor, no sé si tus relatos se convertirán en best-seller, seguramente no llegarán a tanto pero si más lejos de lo que están ahora, y lo más importante será todo lo bueno que te estás llevando por el camino. Nos vemos en la presentación en Madrid.

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    1. No sé si participar en Gran Hermano o quedarme preñada de algún famoso para ir diez veces a Sálvame, jajaja.
      Comentarios como los vuestros no tiene precio, es la parte bonita y emocionante de esta historia. Después de leer esta entrada, entenderás que no me canse de daros las gracias; cuando sabes de antemano que muchas puertas no se abrirán, valoras muchísimo la ayuda desinteresada que me prestáis vosotr@s. Cualquier pasito hacia adelante que vayan dando estos relatos, me sabrá a gloria, no lo dudes.
      Un beso, guapa, y nos vemos en Madrid. Allí podremos darnos además un abrazo.

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  8. Completamente de acuerdo con todo lo que dices. Y que se puede aplicar a cualquier mundo: cine, televisión, música... Si eres famoso, pocos requisitos tienes que cumplir para participar en cualquiera de estos ámbitos, pero si no eres conocida... Uff, todo empieza a ser trabas... Y te piden un curriculum que no lo cumple nadie... Si en vez de pedir tantas tonterías, se pusieran a leer todo lo que le llega, el panorama literario sería muy diferente e incluso mejor. E incluso si le hicieran caso hoy día a muchas de las obras autopublicadas, como la tuya, tendrían que reconocer que hay mucho talento que merece una editorial fuerte. Pero mientras la gente demande conocer los cotilleos de la Obregón, de la Vicario y demás... "Poderoso caballero es Don Dinero..."
    Besotes!!!

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    1. Tú lo has dicho, dinero por encima de todo, y aunque es lo que realmente mueve el mundo, cuesta trabajo emparentarlo de forma tan clara y directa con sectores como el de la cultura, aunque no sé que hay de cultura en empaparse con detalle de la vida de la gente que tampoco tiene aptitudes morales o intelectuales, por ejemplo, de las que presumir.
      Un beso y gracias por tu opinión.

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  9. Ayer mismito vi que Ana Obregón publicaba un libro y me indignó, no porque fuera ella sino por lo que representaba. Justamente lo que tú dices, un famoso que escribe cuatro cosas y no importa lo que diga, lo publican y ventas aseguradas. Y los que luchamos por ese sueño, aquí estamos peleando día tras día por hacernos un pequeño hueco y llegar a nuestros lectores. Eso sí, ahora es cuando me alegro mucho de tener un blog y ayudar a estas personas en la medida de lo que pueda, porque muchos se lo merecen realmente.

    Un ejemplo más antes de terminar, J. K. Rowling fue de editorial en editorial para publicar el famoso Harry Potter y a nadie le gustó, hasta que un día sucedió y ha sido todo un éxito (yo soy seguidora acérrima de esta saga), me parece genial lo que pasó. Pero ahora, ha escrito algo y no sé en Estados Unidos pero en España se están pegando por publicarlo, ahora viene la crítica: ¿Se habrán fijado si es realmente bueno o solo lo han publicado por ser quién es? La respuesta la sabemos todos.

    Saludos.

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    1. Qué te voy a contar que tú no sepas, Sarah! Como escritora estás ahora mismo en esa tesitura. Espero de verdad que el hecho de tener un blog y ser conocida en este mundillo te ayude a superar ese primer escalón tan elevado y puedas subir la escalera con rapidez. Me alegraría por ti y por nosotros, porque ese éxito también abre esperanzas para todos los demás.
      Un beso.

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  10. Pila, muy buena entrada. Una reflexión y catarsis en grupo es de aplaudir.
    Creo que esto que estamos viviendo nosotros, los demás, esos que habéis nombrado jamás lo tendrán. Esta experiencia cuando pase un tiempo puede que de la vuelta y nunca se sabe donde acabará, a veces se invierten los términos.
    Soy coeditada con Anubis y me muevo con humildad y sencillez, como vosotros, quizás por eso seamos más felices. El tener el felpudo siempre a los pies no da la satisfacción, ni la felicidad, ni quizás el triunfo.
    No debemos olvidar que esas personas ya cuando editan ya llevan sin más, la tercera edición¡¡¡¡ , sospechoso¡¡¡¡¡,muy sospechoso. Eso es estrategia de mercado y son utilizados por las editoriales como gancho, miremos pues la cara por el otro lado.
    La poesía no vende y la vida en si es poesía……
    Sin embargo continúo haciendo poemas y me siento como vosotros, luchadora y orgullosa, porque lo poco o menos o nada o mucho logrado es por nuestro trabajo y esfuerzo y eso es lo que importa y vale. Para mí si vale. Estoy encantada de conoceros y eso supone más que todo el éxito del mundo.
    Hoy en el trabajo también, no sé porque pero ha tocado catarsis, debe ser coincidencia o porque estamos aliados.
    Un día muy completo y positivo.
    Un beso.

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    1. Siempre he sido de la opinión de que las cosas que se consiguen con esfuerzo saben mejor, las valoramos más y las saboreamos mucho más a fondo que las que nos caen del cielo, así es que estoy de acuerdo contigo en que los logros, pocos o muchos, nos hacen sentirnos orgullosos porque han sido fruto de nuestro empeño personal.
      Yo también pienso que una de los mejores aspectos de esta experiencia es la gente interesante que estoy conociendo, gente de la que aprender y a la que da gusto eschuchar. Me alegra haber encontrado esto a estas alturas de mi vida, teniendo en cuenta que soy un alma inquieta que no puede estar mucho tiempo inmersa en la misma rutina.
      Un beso.

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  11. Tienes razón, ya no sólo se trata de la calidad de lo que se presenta sino de quien eres, del género, de si está de moda...
    A mi me gusta leer, tu lo sabes. Llevo llenando mi casa de papel desde hace veinte años que se dice pronto y si algo agradezco es un poco de aire fresco y de buena literatura. Lamento decir que huyo de famosos que no aportan palabras sino dudas sobre su autoría y coletillas de falsete que se oyen en los programas de televisión.
    A mi me gustan las palabras, las historias, los poemas que me reporten reflexiones, que dejen un poso tras su lectura. Intercalo libros de moda, sí, pero no son los que me quedan.
    Y en eso, tengo que agradecer a este medio lo que nos enseña a lectores como yo y decir que hay muchos más, que no frecuentan internet para conocer a autores como tú, Pilar. ¡Lo que nos estamos perdiendo!
    Gran reflexión y disculpa el rollo que te he soltado.
    Besos

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    1. No pidas disculpas, por favor, es un placer escuchar a gente que opina como tú, que no se deja llevar exclusivamente por las modas, por lo que invade literalmente todas las librerías del país. En personas como tú está nuestra esperanza de encontrar un huequecito dentro de este mundo complicado y difícil.
      Un beso y gracias.

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    2. Pilar, si es que no se puede exponer mejor la situación de los parias de la literatura de lo que tú lo has hecho. Y lo de parias lo digo con infinito cariño, evidentemente. A mí me encantaría que una editorial convencional me editase el libro, sobre todo porque es muy difícil ser tú mismo el escritor, el editor, el representante... ¡y encima sin negro! Y gracias que tienes a la familia y a los amigos detrás. Ahora, que gracias a elegir este camino he conocido este mundo, y solo pensar que no hubiese sido así en el utópico caso de haberme llevado de la mano una editorial, me produce una enorme tristeza. ¡Es que esto engancha! Y creo que no es un consuelo, es una realidad. Lo que ocurre que uno piensa en lo que acabas de decirnos en tu entrada y te entra un cabreo tremendo por lo injusto que es. Y por no hablar de la cara que te ponen algunos libreros cuando les llevas tu libro. De momento solo me he encontrado una que lo ha tratado con un cariño especial. En fin "Don dinero".
      Enhorabuena por tu entrada.
      ¡Un besazo!

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    3. Algo de positivo debía tener este camino, y es la gente que nos hemos encontrado y la libertad que nos brinda ser "dueños" de nosotros mismos a la hora de tratar con ellos y con todos los demás como verdaderos amigos que son. Yo ahora tampoco podría renunciar a eso.
      Un beso.

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  12. Perdón, me he metido en responder sin darme cuenta...

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