11 ene 2016

CHARLA CON LA ESCRITORA MIREN E. PALACIOS.


Miren E. Palacios Villanueva. Nacida en Vitoria-Gasteiz. Graduada en Enfermería, Diplomada en Podología y en Gestión Sanitaria. Ha publicado el poemario Toma mi mano, Ed. Anubis, 2010; el estudio-ensayo Euskadi: Claro, gris y negro (Argia, grisa eta beltza), obra editada en bilingüe: castellano-euskera, Ed. Sepha, 2012; el poemario Toma mi mano, edición bilingüe: castellano-árabe, Ed. Dar-Al-Adham, 2012; y el poemario Más allá del interior, Ediciones Beta, 2013.
Se ha presentado a diferentes concursos de poesía y relatos, obteniendo diversos premios. Algunos de esos poemas y relatos han sido publicados, como el relato "Sabor a mango", presentado al V Premio Ediciones Beta de Relato Corto.
Ha colaborado en los actos de presentación de novelas y poemarios de varios escritores y ha sido pregonera en el XXVI Festival Cultural de los Pueblos 2011 (Laudio-Llodio).
En el año 2012, realiza el prólogo del libro Memorias de una prostituta, de Anne Smith (edición en portugués brasileño).
Ha formado parte del jurado del Concurso de Relatos 2013 de la Editorial Universo.
Ha participado: en el Día del Libro Solidario con el Alzheimer 2012, Salou (Tarragona); en el patrocinio y en la obra de relatos, Antología Solidaria “Un mañana para Alicia”, 2013; en la antología solidaria Cuentos por la vida: Antología todos con Idaira, 2014; en la obra de cuentos Once sueños en Navidad, cuentos infantiles, 2014.
Desde 2012 se hace cargo, a petición de la Universal Radio, de contactar, planificar, organizar y promover las entrevistas radiofónicas de ámbito cultural.
Es socia de la Asociación Artística Vizcaína.


   Hola, Miren, encantada de tenerte en casa y de poder charlar contigo de nuevo.

   Por si los lectores no lo saben, diremos que te conocí personalmente hace algunos años, cuando coincidimos en un encuentro de autores de Editorial Círculo Rojo y Anubis en El Ejido (Almería) y que fue sobre todo a partir de ahí cuando seguí tu trayectoria más de cerca, una trayectoria que comenzaste como poetisa. Sé que también has escrito relato, pero es ahora cuando has dado el salto a la narrativa de una forma más visible. ¿Por qué, Miren? ¿Cuál ha sido la causa? ¿La atracción por escribir novela, sin más, por escribir una historia más larga o ha sido el tema de fondo que querías poner sobre la mesa lo que te ha invitado a cambiar de género?


   Gracias Pilar por la deferencia y poder de nuevo estar cerca de ti.

   La poesía no la he dejado, continuo escribiendo poesía y relatos. El motivo de escribir una historia más larga responde a la imaginación, a las ideas que rondan en mi mente y a querer transmitir historias.

   ¿Y cómo ha sido la experiencia? ¿Más sencilla y fácil que escribir poesía?


   El camino es largo y positivo pero no está exento de riesgos. La experiencia ha sido y es satisfactoria. No podría catalogar escribir en un género u otro si es más sencillo o fácil, me inclino por decir que es diferente.


   Yo no veo fácil desarrollar toda una historia completa, toda una trama bien hilada a partir de una pequeña idea. Creo que una buena novela es mucho más que ponerse a escribir sin más dejando que la improvisación haga todo el trabajo. ¿Qué crees tú? ¿Qué consideras tú —ahora que ya te has adentrado en el género— que debe tener una novela para que sea buena, qué requisitos son para ti indispensables? Te lo pregunto como escritora, pero también como lectora, que al fin y al cabo es el paso previo a escribir.


   Estoy de acuerdo contigo, es complicado desarrollar e hilar las secuencias, hacer que la continuidad de la historia te atrape y te lleve de la mano hasta el final de la misma.
   Desde mi humilde opinión creo que una novela debe tener un argumento atractivo, novedoso y que diga algo que estimule al lector. No podemos olvidar que debe estar bien estructurada y por supuesto sin faltas ortográficas, ni de sintaxis.


   Una cuestión que a mí siempre me suscita curiosidad es de dónde parte la idea de fondo de una novela, por qué el autor —o autora— elige un determinado tema, o incluso un determinado aspecto, para centrar su novela en él. ¿Cómo elige Miren Palacios los temas en torno a los que escribe cada poema, cada relato o esta novela última que ahora estás promocionando?


   Observo mucho. La realidad de la vida está llena de vivencias y supera a la ficción con creces. Tengo ideas, intuiciones y motivaciones por desarrollar unas ideas u otras, a veces me atraen los acontecimientos o lo que nos atañe a nivel social, todo puede ser motivo de escribir o bien algunas líneas o unos versos. La historia pasada u otras civilizaciones también están en mi mente, me gusta curiosear, descubrir  y viajar.


   Coincido contigo en que la realidad de la vida es una fuente inagotable de ideas a partir de las que desarrollar un argumento. Incluso aunque la idea sea básicamente la misma, la forma de contarla y los matices pueden terminar creando novelas completamente distintas. Y ya he visto que esa realidad es la que sustenta la obra que ahora estás promocionando, Escalera de Damas, con una segunda edición ya en la calle, publicada con una editorial que ha confiado en ti y que está volcada con la novela. Y una verdadera gira promocional, la que estás haciendo, para darla a conocer y acercarla al público. Hablemos de ella, de sus entresijos y del tema en el que se centra. ¿Te parece?


   Me parece bien. Creo que es aclaratorio la síntesis de la novela.


   Lucía su protagonista es una mujer luchadora, valiente, humana y sensible. Sin embargo, las diferentes secuencias de su vida le van llevando a una espiral donde el desenfreno y el abismo juegan con la misma carta.
   Tras la dolorosa separación de su marido, Lucía se apoya en las mujeres que le rodean, acaba sus estudios, mejora su inglés… Esto le aporta confianza y le lleva a conocer a varios hombres con los que mantiene encuentros sexuales muy satisfactorios y desconocidos para ella.
   La trama nos descubre una serie de enredos donde el dolor, la amistad, el amor y el sexo, forman parte del argumento.
   Es una obra dedicada a las mujeres que sufren fracasos, desplazamientos, rupturas... A todas las que notan y palpan, como si fuera un desgarro, que esa pérdida inicial les lleva a otras muchas situaciones en donde la dualidad, el miedo y la confusión son los principales componentes.


   Lo que tú has expuesto es la sinopsis que aparece en la contraportada de la novela. En su prólogo dice que esta es una obra dedicada a las mujeres “entre los cuarenta y cincuenta años” que sienten fracasos, desplazamientos y rupturas. La primera pregunta que me asaltó cuando leí esto fue por qué esta horquilla de edad tan estrecha. También hay rupturas en mujeres con menor edad que ya tienen cierta madurez o que, aun siendo jóvenes, han tenido bastantes experiencias de vida que les lleva a tomar decisiones de peso. Y por supuesto, en mujeres que han superado la cincuentena. ¿Por qué la diriges especialmente a este público?


   Es una novela y elijes, es cómo por qué un asesinato, dos o tres, depende de cómo quieras generar la historia y la vida que le des a la misma.
   Cierto que hay rupturas en mujeres con menor edad que ya tienen cierta madurez o que, aun siendo jóvenes, han tenido bastantes experiencias de vida que les lleva a tomar decisiones de peso. Y por supuesto, en mujeres que han superado la cincuentena. Pero como creadora manejas los hilos y optas por lo que crees que puede ir mejor, la mayoría de las rupturas se dan pasados unos años de convivencia, las estadísticas en general hablan de eso.


   Lucía es la protagonista de “Escalera de Damas”, una novela que gira en torno al amor, a las relaciones de pareja, a las desavenencias dentro de ella y a lo que conlleva en la vida de una mujer el sufrir una ruptura amorosa tras años de convivencia, con todas las consecuencias que acarrea a nivel vital y emocional, y sobre todo, a esa necesidad de rehacer y replantear de nuevo la forma de vivir y de sentir tras acabar con un matrimonio que condiciona mucho más de lo que quisiéramos. Las comparativas con ella y con su forma de pensar y de sentir creo que son inevitables para quien la lea, y a mí —que no podía ser menos—, Lucía me ha suscitado muchas preguntas que voy a hacerte a ti, para que me las contestes en su nombre :)

   Hay una cuestión que Lucía se plantea a sí misma cuando se queda sola, y es si podría subsistir sin amor. A mí esto me lleva a algo que yo me he planteado también muchas veces: que tal vez uno de los aspectos más complicados de superar en una separación sea el de la dependencia emocional que hayamos podido adquirir a lo largo de nuestra relación, una dependencia emocional que, según las estadísticas, hace que la mujeres que ya han vivido en pareja tengan una mayor tendencia tras el divorcio a buscar una nueva pareja que aquellas otras que no han “disfrutado” de convivencia previa. ¿Qué siente Lucía en este sentido? ¿Y qué piensas tú con respecto a esto? ¿Tú también consideras que la convivencia nos puede llevar a depender emocionalmente de otra persona hasta ese punto? ¿O es la simple necesidad de amar y ser amado la que nos mueve?

   Lucía con ser un personaje ficticio parece que sea alguien que se le ha dado vida.
   No podemos olvidar que es ficción. Ella tiene dudas y se las plantea, le condiciona su formación, la época que le toco vivir, el motivo de esa ruptura, etcétera.
   Mi opinión es muy clara, existe dependencia hasta del móvil, ahora se es dependiente de casi todo. Creo que es lógico tener al menos durante un tiempo la dependencia emocional. Para amar de nuevo debes reponerte de las heridas y en este caso elevar la autoestima, difícilmente puedes amar si uno mismo se ve en el suelo. Es complicado contestar en plan escueto, considero que solo esta pregunta da para mucho más debate.


   Cierto. Creo que el amor y el amar y ser amado con todos los diferentes matices que envuelve a tal sentimiento da para hablar mucho, de él y de sus consecuencias, positivas o negativas. Ya hablaremos en otra ocasión :)
   Hay otra pregunta que también se hace Lucía y que a mí me suscita otra reflexión. Ella se pregunta: “¿Me veo con edad para algo nuevo?”.  Afrontar una ruptura y superarla puede ser algo que te venga impuesto —como una especie de obligación— cuando la relación se va a pique; yo la considero incluso una cuestión de supervivencia emocional, sobre todo si esa ruptura no la has buscado tú. Pero plantearte rehacer tu vida o no (en términos amorosos) ya es algo voluntario, una decisión muy libre y no impuesta. ¿Tú crees, Miren, en general, que rehacer o no tu vida en este sentido es realmente una cuestión de edad? ¿O depende en realidad del propio sentir de la mujer, de su madurez, de su seguridad en sí misma, de su autoestima…, de sus ganas de vivir en definitiva, o de la experiencia negativa que haya podido tener en la relación previa?


   No es una cuestión de edad rehacer o no tu vida, puede ser querer o no querer, o pueden influir las experiencias previas. Cada persona es un mundo y cada relación también.


   Yo considero que “Escalera de Damas” es una novela intimista. A lo largo de toda ella, y sobre todo en su primera mitad, se plasman muchos diálogos internos, reflexiones y divagaciones de la protagonista que reflejan incertidumbre y dudas sobre la situación por la que está pasando y sobre la propia capacidad de superación. No te limitas a contar los hechos que van pasando, sino que ahondas mucho en lo que pasa por la cabeza de Lucía. ¿Cuál ha sido tu intención real, de cara a las lectoras, profundizando tanto en todo esto? ¿Qué pretendías conseguir?


   Como bien dices en su primera mitad es intimista, sitúa la trama y el porqué de la misma. En alguna de tus preguntas lo has dejado reflejado, cada persona se identifica en algo, eso puede resultar positivo para los/as lectores/as.


   Entre tú y yo, Miren, ahora que no nos escucha nadie: ¿Qué es mejor: una ruptura de pareja con cuernos de fondo, o una ruptura por desavenencias conyugales que hacen imposible la convivencia? :)


   Teniendo en cuenta que no nos escucha nadie ni casi nadie nos lee, podría contestar de forma diplomática y decir que no hay diferencia y que no debiera existir como tal, pero eso no es real. El asunto cuernos se lleva fatal, puede pisar el orgullo y a veces puede ir acompañado del engaño y la hipocresía. Sin hacer diferencia entre sexos, esto es extrapolable al hombre o la mujer. En el caso de desavenencias conyugales que hacen imposible la convivencia, en ocasiones se resuelve aunque cueste con aquello de: existe incompatibilidad de caracteres. Como ruptura y duelo debiera ser el mismo, pero el daño a nivel íntimo muchas personas lo viven de forma diferente e inclusive lo llevan peor, eso de: me han dejado, se digiere mal.


   Yo también creo que los cuernos, irremediablemente, suponen un golpe bajo a la autoestima que cuesta superar :)
   Hay algo que a mí me ha resultado curioso en la historia de Lucía, y es que está hecha polvo por su ruptura de pareja, por su situación, por sus miedos personales, dolida por la manera en que la ha tratado Jon (no quiero hacer spam)… Sin embargo, no duda en ponerse en poco tiempo a buscar la forma de conocer a alguien, incluso acude a páginas de contactos. Explícame un poco esa aparente controversia (que apuesto a que no lo es).


   El caer en la misma piedra es muy común y cometer los mis errores también. A posteriori Lucía cree que eso no debía haberlo hecho así.


   En la novela aparecen distintos personajes secundarios, pero para Lucía, tal vez Lourdes, Maite o Andrea puedan ser de los más importantes. Hablo de sus amigas. ¿Qué papel juegan ellas en el trance por el que atraviesa Lucía? Y en general, Miren. ¿Qué papel juegan las amigas en general en los conflictos o las situaciones problemáticas que se dan en la vida de una mujer? Porque los hombres (corrígeme si mi impresión es errónea), ante situaciones como esta suelen ser más celosos de su intimidad, guardan sus preocupaciones y sus reflexiones para sí mismos y buscan a los amigos como evasión, más que como paños de lágrimas; pero las mujeres somos distintas, ¿o no?


   Juegan un papel significativo. Las amigas o los amigos de verdad tienen relevancia y son importantes en situaciones críticas. No hago diferencia entre sexos, creo que depende de quienes o cuales situaciones se producen, pueden responder o ser de un modo u otro, independientemente de hombre o mujer.


   Por cierto, todas las amigas de Lucía son ajenas a su ámbito laboral. Resulta curioso, porque es fácil tener buenas amigas en el trabajo, que es donde pasamos un buen puñado de horas diarias y, a veces, a lo largo de muchos años. ¿Hay alguna razón en especial, quiere mantener separados el ámbito personal del profesional…?


   Lucía tiene muchos cambios en el ámbito laboral, no siempre lo que parece es lo que parece sino lo que no parece. Se dan diferentes situaciones en empresas privadas o públicas. En el mundo laboral no todos o todas tienen estabilidad en el tiempo, ciudad o puesto de trabajo.


   A Lucía se le junta más de un varapalo en su vida y casi al mismo tiempo; suele decirse que las desgracias nunca vienen solas. No quiero mencionar expresamente cuáles son estos, porque no es cuestión de desvelar la trama. Pero al hilo de lo que ocurre (y de lo que pierde), me pregunto ¿hasta qué punto necesitamos apoyarnos en los demás para vivir y ser felices? ¿Hasta qué punto nos condiciona el aprender a vivir con determinados afectos que luego pueden perderse, dejándonos con una sensación como de orfandad que nos dificulta seguir caminando solos? ¿Cómo es Lucía en ese sentido?


   Bueno eso dependerá de cada uno, cada persona es un mundo, como ya he contestado con anterioridad. Creo que se debe leer la novela, no puedo ni debo describir más como es Lucía. Si se lee la entrevista en totalidad se saca bastante información.


   Te entiendo, por eso inicialmente te hacía la pregunta de forma genérica, referida a la manera en que esos afectos nos condicionan a todos, además de a Lucía. Pero dejemos pues que quienes nos lean contesten según su propio criterio :)
   A ver, Miren… Escalera de Damas es una novela actual. Con mujeres como protagonistas que ya han superado la barrera de los cuarenta…, como yo; dirigida, según hemos dicho antes, a mujeres que todavía no han superado los cincuenta…, como yo; que tienen una actividad profesional fuera de casa…, como yo; que se sienten libres y dispuestas a reemprender una nueva vida… como yo no, jaja; que les gusta viajar y conocer gente y que no solo están abiertas a la llegada de un nuevo amor, sino que además viven el sexo y lo practican de forma liberal, sin que tenga que mediar necesariamente un compromiso afectivo, ni siquiera un sentimiento de amor como tal… En definitiva, mujeres (sobre todo Lucía) actuales y modernas… ¡¿Por qué entonces le pesa tanto el “qué dirán”?! ¡¿Por qué se frena tantas veces planteándose lo que pensarán de ella por hacer tal o cual cosa?! ¿Tan importante es la opinión de los demás cuando una sabe lo que quiere y lo que desea? (Empecé esta charla diciendo que eran inevitables las comparativas, y como a mí en las decisiones importantes nunca me han influido la opinión de los demás y el qué dirán… :) ).


   Lucía no es como tú, ni como yo, ella se ha educado y criado muy diferente a ti y a mí y un medio distinto, aunque existan pasajes donde nos podamos identificar. Tiene prejuicios, pero…y  hasta ahí puedo decir.


   Sí, ya lo veo!! Creo que no nos parecemos en nada, ja, ja, ja!! Pero también está bien, así podemos tener una visión diferente de la vida y de las formas de afrontarla.
   En un pasaje de la novela, el narrador —refiriéndose a Lucía— dice: “Eso es lo que la hacía estar y sentirse divina y diferente, ser ella misma”. Ese “ser ella misma” es una especie de reivindicación que aparece, de una forma u otra, en distinto momentos de la novela. ¿Podríamos decir que es ese el “mensaje subliminal” que tú has querido transmitir con esta historia, la necesidad de autoimponernos el ser nosotras mismas y no permitir que nadie nos coarte esa libertad, y mucho menos nos corte las alas por el hecho de ser nuestra pareja?


   Exacto, ese es el mensaje, lo has captado muy bien.


   ¿Por qué “Escalera de Damas”? ¿Por qué ese título?


   Iba bien va con el argumento y el contenido.


   Y por último, Miren: ¿te han quedado ganas de seguir inmersa en la narrativa después de esta experiencia? ¿Habrá novelas nuevas?


   Me encuentro en plena promoción de Escalera de damas, lo primero es continuar en esta fase, todavía queda mucho recorrido. Después y cuándo haya cumplido con los compromisos existentes todo puede ser posible. Te soy sincera, Pilar, existen diferentes ideas y proyectos pero me tomo mi tiempo. Creo que los trabajos pausados y meditados pueden resultar más eficaces.


   Muchas gracias por todo Pilar, un lujo estar este rato en tu casa, ha sido un paseo muy placentero y delicado. 

   Un beso y hasta otro rato.

   Un placer también para mí. Hasta siempre y mucho éxito!



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