La iluminación y los adornos navideños, los perifollos en los escaparates de las tiendas, los stands de mantecados, dulces y turrones expuestos de forma exquisita en los supermercados, el calvo -que ahora se ha convertido en un grupo un tanto pintoresco- anunciando el sorteo de lotería del 22 de diciembre, la publicidad de juguetes apropiándose por un tiempo masivo de la pantalla del televisor y atestando de papel el buzón de casa...; un elenco variado de indicios que nos alertan de la llegada inminente de la Navidad y que dispara en nosotros un cúmulo de sentimientos y sensaciones que nos invaden de manera inconsciente: nostalgia por los buenos tiempos vividos, añoranza por los que ya no están, deseo de compartir lo mejor de nosotros con quienes amamos, compasión y ternura por los más necesitados, toneladas de buenos propósitos para el nuevo año que se avecina, e ilusión, ilusión por vivir de forma especial unos días que nos alejen de la rutina, por recobrar los hábitos y las buenas costumbres instauradas desde hace años en cada uno de nuestros hogares y de nuestras familias, por tener una buena excusa para regalar y para sorprender a quienes tenemos a nuestro alrededor, y aquí voy a obviar los compromisos y las obligaciones que siempre empañan la bondad de estas fiestas, sencillamente porque quiero quedarme con lo mejor de ellas, con aquello que me hace sentir bien, con lo que de verdad me hace disfrutar. Y mi queridísimo Bloguero invisible se ha convertido en una de esas experiencias que quiero seguir viviendo porque se reviste de cualidades dignas de ese espíritu navideño que yo estoy dispuesta a ensalzar en cualquier época del año: fomenta la ilusión por la sorpresa, estrecha lazos entre quienes frecuentamos la red -con mayor o menor hábito-, genera amistades nuevas, hace que traspasemos la fachada literaria con la que nos vestimos habitualmente para adentrarnos en la persona y en sus cualidades a veces desconocidas, dispara un buen chute de endorfinas provocadas por las risas, las bromas y el sentido del humor, lo cual supone una válvula de escape -grande o pequeña, da igual- para nuestros problemas y preocupaciones del momento, difunde cultura y no consumismo puro y duro, y consigue elevar nuestro nivel de ansiedad a medida que se acerca la fecha del intercambio por la expectación que genera saber si nuestro regalo llegará a buen puerto y qué o quien nos regalará a nosotros, amén de ignorar cuándo lo veremos entrar en casa de la mano de ese cartero al que a veces reconozco que ponemos a parir con razón o sin ella y que genera en nosotros emociones que nos hacen sentir vivos y divertidos.
En ocasiones anteriores, he podido dedicarle a este evento la entrada que se merece, en forma de cuento, en clave de humor o haciendo uso de medios audiovisuales. Este año el tiempo se ha empeñado en hacerme un nudo estrecho que me impide maniobrar a mi gusto y a mi antojo, pero el sentimiento va por dentro, mi recomendación de que no dudéis en participar en él es tan enérgica como siempre y mi reconocimiento y agradecimiento hacia Ana -Kayena-, nuestra madrina, reina o como queramos llamarla, por la feliz idea que puso en funcionamiento y que aún hoy sigue fomentando también permanece latente y muy a flor de piel. No siempre es fácil participar en aquello que nos gusta, porque esa otra vida nuestra que discurre paralela e independiente de lo literario reclama a veces una dedicación excesiva que termina por arrebatar lo que a esta otra corresponde. Sin embargo, seguimos ahí. Más de uno o una de nosotros -incluyendo a Ana- seguimos al pie del cañón en esta cita, lo cual denota por sí mismo el gustillo que le hemos cogido a este bloguerillo invisible que se ha colado en nuestras vidas y en nuestras fiestas con un rango parecido al de los Reyes Magos de Oriente, al americano Santa Klaus o a las uvas de la suerte.
No quiero extenderme más. Me quedan dos detalles por decir, importantísimos, por supuesto. Lo primero, facilitaros el enlace donde podréis encontrar las bases de participación explicadas por la creadora y organizadora del evento, nadie mejor que ella para hacerlo: EL BLOGUERO INVISIBLE.
Segundo, anunciar la novela que yo voy a regalar, y que no es otra que AS DE CORAZONES, de Antonia J. Corrales, una de las últimas que he leído y que me gustado muchísimo, por su forma y por su fondo, alejado del romanticismo simple que a algunos suscitará su título para centrarse en temas que van mucho más allá y que calan muy hondo por la profundidad, la claridad y a la vez, la sensibilidad con la que están tratados y la excelencia con la que están escritos. Podéis leer mi opinión pinchando en el propio título, en este mismo párrafo.
Os deseo lo mejor, guap@s mí@s! Que disfrutéis de la experiencia, tanto si repetís como si sois nuevos en esto. Poned ilusión y regaladla; no dudéis que algún día os vendrá de vuelta de las mismas manos o de cualquiera otras, pero os vendrá.
Ohhhhh, la quiero, la quiero, la quiero !!!!! Totalmente de acuerdo con tu reflexión. De hecho, a veces dudo si apuntarme porque los tengo casi todos o no son de los míos lo que hay, pero la experiencia y lo que rodea el evento me puede. Grande Kayena :-) Un besazo!!
ResponderEliminarYo también estoy apuntada y deseando que empiecen los emparejamientos para comerme el coco con los detallitos.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo también participo ;D El libro lo leí y me encantó, hoy si puedo publico la reseña que la tengo casi lista
ResponderEliminarEste libro tampoco lo tengo, este bloguero promete... besotes wapisima
ResponderEliminarYo tengo que apuntarme ya. Este fin de semana voy a buscar el libro para regalar. No me gusta que el tiempo corra pero en casos como este la espera se hace eteeeeeeeeeeeerna. Besos
ResponderEliminarAys, que ese libro me tienta muuchooo...¡Qué bien lo vamos a pasar!
ResponderEliminarBesotes!!!
Me da que este año volveremos a pelearnos en Facebook por tu libro! Jajaja! Yo aún tengo que apuntarme, espero entre hoy y mañana decidir el libro y preparar la entrada; seguro que lo pasaremos genial! 1beso!
ResponderEliminarAy, qué nervios otra vez. No tengo la novela que regalas, así que a ver cómo se reparte la suerte este año. :-)
ResponderEliminarUna iniciativa fantástica en la que Kayena pone mucha ilusión y todos nosotros la acompañamos, no es para menos con todos los buenos momentos vividos. Un buen fomento de la cultura, amistad y diversión. Muy buena tu elección, una novela preciosa que el afortunad@ disfrutará muchísimo.
ResponderEliminarUn besazo
Totalmente de acuerdo con tus reflexiones, ya que son unas fiestas cargadas de ternura, de deseos y anhelos que nos hacen mejores personas pero donde los compromisos también lo empañan todo. Pero habrá que ir depurándolo ¿verdad?
ResponderEliminarCon respecto al libro, no lo he leído, aunque si críticas maravillosas así quee imagino que volverá a pasar lo mismo que el año pasado, así que habrá que cruzar los dedos para que los carteros se porten bien.
Un beso.