A veces cuestiono los perjuicios que la tecnología y las redes sociales han causado en nuestras relaciones humanas, esas relaciones físicas entrañables en las que, de tú a tú, mirándose a la cara y observando cada uno de esos gestos que conforman el lenguaje no verbal –importantísimo en la comunicación- manteníamos una charla amistosa en la compañía de un café o tomando el aire sentados en un banco del parque. Cuestiono hasta qué punto supone para muchos de sus usuarios una forma de enganche permanente y difícil de sortear que merma la posibilidad de practicar otras actividades placenteras que antes copaban gran parte de nuestro tiempo libre. Pero no puedo dejar de obviar y de valorar el fundamento real, la razón para las que fueron creadas: la de unir y estrechar lazos entre quienes no tendrían de otra forma la oportunidad de haberse conocido e incluso la de ser partícipes de miles y millones de acontecimientos a poca distancia temporal del momento en que se producen.
Pero no voy a hablar simplemente de relaciones de amistad entre desconocidos, voy a hablar de la sensación especial que produce la cercanía y el contacto directo –o casi directo- con quienes en otros tiempos se alzaron en pedestales inalcanzables erigiéndose como figuras un tanto irreales por aquello de gozar de una habilidad de la que otros carecían y que les envolvía en ese aura de seres mágicos, de grandes maestros, de figuras un tanto misteriosas por desconocimiento además de los aspectos personales que le hubieran devuelto su condición de humanos, entre los que se encuentran, cómo no, los escritores.
Hay quienes siguen defendiendo que el escritor debe mantener un aura de cierto misterio para conservar ese prestigio que reporta tener una mano y una mente de oro para escribir y vender sus letras –esto lo he leído por ahí en algún sitio, procedente de un debate o una conferencia en no sé dónde, pero no me preguntéis porque a veces no tengo la cabeza muy allá, aunque os aseguro que es completamente cierto-. Sin embargo yo no me siento más tentada de comprar literatura a quienes siguen manteniendo las distancias, a quienes siguen apostando por ser dioses, sino que me place enormemente el hecho de poder tener la oportunidad de contactar con ellos y ser respondida, de poder intercambiar comentarios directos sobre novelas de su autoría, de tener la ocasión de dejarles un mensaje de tú a tú -a través de la red social- de lo que ha significado para mí la historia que han plasmado en las páginas digitales o de papel de sus libros editados. Y sobre todo y ante todo, me complace muchísimo poder ser testigo, como lo estoy siendo, del día a día en la evolución literaria de muchos autores que han partido de la nada y van escalando puestos poco a poco con esfuerzo, ilusión, voluntad, tesón, fortaleza para superar los baches, imaginación, autoestima y muchas ganas de conseguir un sueño al que llevan aspirando años con la ayuda justa para conseguirlo. Me complace y me enorgullece poder decir algún día que “los vi nacer”. Y así lo deseo sinceramente. Porque el éxito de unos no deja de ser un indicio claro de que la perseverancia y el trabajo constante permiten obtener logros en la vida. Y eso constituye una lección de optimismo digna de tener en mente para cualquier empresa que otros decidamos abordar.
He conocido a escritores que ya están arriba. He conocido a escritores que aún están luchando por salir del anonimato de la mano de una editorial fuerte que apueste por ellos, y que sé seguro que lo conseguirán; su temperamento y sus letras así me lo dicen. Y he conocido a otros que están ahora en medio de ese camino de ilusión, que se encuentran ya cruzando el río de una orilla a otra gracias a Ediciones B, con una mezcla de regocijo y miedo en el cuerpo por la incertidumbre de lo que les espera, pero remando en la buena dirección; tal vez unos más avanzados que otros, pero todos hacia un mismo destino.
Esta entrada va por ellos. O por ellas, mejor dicho. Por que alcancen a tocar la gloria. Por que culminen con éxito su deseo de convertirse en escritoras reconocidas. Por que sus letras sean leídas por quienes ahora desconocen por completo su identidad. Por que no cambien, por que sigan siendo tal cual son, mostrándose con la humildad que les valió para ganarse el apoyo de sus amigos y conocidos –entre otras cosas-. Por que mantengan la cercanía con los lectores a los que ahora se deben y a los que se deberán aún más en un futuro si su camino ascendente las lleva muy alto.
A ellas les digo ¡¡¡felicidades y a por todas!!! Y a vosotros os invito a darles vuestro apoyo acercándoos a esa narrativa pulcra y a esas historias noveladas que merece la pena leer. Yo ya lo he hecho. Y prometo seguir haciéndolo ;)
ANTONIA J. CORRALES
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MAYTE ESTEBAN
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MERCEDES PINTO MALDONADO
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y no olvidad que en esa misma página, arriba a la derecha, se ubica el click de compra, jaja.-
Tengo que confesar que se me ha hecho un nudo en la garganta, y se me ha puesto el vello de punta. Me he emocionado con tus palabras de escritora, porque tú también lo eres y bien grande. Esto de acuerdo con que nos debemos a los lectores que son quienes nos han puesto ahí y han hecho posible que nuestros sueños sean posibles.
ResponderEliminarDe nuevo mi mas sincero agradecimiento por esta muestra de generosidad ...y me voy que tengo las lágrimas saltadas. Un abrazo enorme
Ahora me vas a emocionar tú a mí, que yo no puedo ver a nadie llorar!!!, jaja. He dicho lo que sentía, María José. Admiro a quienes consiguen las cosas con esfuerzo, con trabajo, currándoselo, como decimos por aquí. Hay veces en que las cosas vienen rodadas, pero otras hay que labrarlas día a día para que den sus frutos y ahí es donde resulta más fácil rendirse. Los sueños tienen que ser muy grandes y muy fuertes para perseverar sin desfallecer, por eso aquellos que los tienen de verdad se merecen conseguirlos tarde o temprano. Ojalá algún día pronuncie vuestro nombre y lo conozca todo buen lector, todo amante de la buena literatura.
EliminarUn beso!!
Gracias Pilar, un besote
EliminarUna entrada muy bonita para unas mujeres luchadoras que poco a poco van consiguiendo su sueño. A Mayte la he visto crecer como escritora, todo un lujazo. Con un poco de tiempo iré descubriéndolas a todas, de Mayte leí sus 4 novelas, de Antonia "en un rincón del alma" y deseando leer la nueva, a Mercedes la voy conociendo con "La última vuelta del Scaife" y me falta María José que quiero leer "Bajo los tilos". Les deseo mucha suerte a las 4. Y junto a estas autoras me falta una, espero verte muy pronto a su lado, te lo mereces.
ResponderEliminarUn besazo
El roce hace el cariño y ellas han crecido entre nosotras, por eso les deseo lo mejor, y porque escriben bien, y porque son luchadoras, y porque... :)
EliminarGracias por tus palabras, guapa!
Un beso!
Te lo he dicho ya, sin el calor de la gente que te rodea, tanto la de tu mundo próximo como de los que nos hemos ido conociendo a través de las letras, esto sería imposible porque hay días que acabas agotado. Sin embargo, palabras como las tuyas nos hacen desplegar las alas y seguir nuestros sueños. Abre las tuyas. Te estamos esperando.
ResponderEliminarBesos , Pilar.
El apoyo de los que nos rodean es siempre el mejor pilar en el que apoyarse, sin duda.
EliminarNo me faltan ganas de desplegar las mías, pero he de ser cauta, y de momento hay ciertos plazos y ciertos trámites que debo cumplir antes de lanzarme al vacío :)
Gracias y un beso!
Madre mía!!! Me parece que me estoy haciendo mayor porque casi me emociono... Me parece una entrada maravillosa y supongo que para ellas habrán significado mucho tus palabras. La verdad es que están teniendo su recompensa más que merecida y yo me sumo a tu felicitación y les deseo de corazón que sigan subiendo sin pausa esos escalones que les conducirán al éxito absoluto. Ahhh!! y cómo no, espero que pronto alguna de nosotras haga una entrada similar a esta, incluyéndote a ti, Pilar, junto a los próximos títulos de ellas. Un besazo para todas!!!!
ResponderEliminar¡¡No me digas que casi te emociono, abuela Mel!!, jajajaja. Creo que sí, que es una recompensa merecida a toda la carne que han puesto en el asador, yo también estoy segura de que seguirán subiendo. También me gustaría verte a ti por las alturas, guapa!!
EliminarUn beso!
Me sumo a tan bonito homenaje. Es verdad que esto de las nuevas tecnologías es un arma de doble filo, pero en sus bondades tiene eso de permitirte conocer a personas cuyas obras te han transportado lejos de la realidad. A esos a los que admiramos. Tengo en mente desde hace tiempo hacer una entrada sobre el tema, pero tengo que darle todavía muchas vueltas. Un besazo!
ResponderEliminarPD: Ni que decir tiene que tú estás en esa lista, y que las nuevas tecnologías merecen la pena desde el mimo momento en que te he desbubierto como escritora y, especialmente, como persona. Un besazo.
Ohhh, Meg, no me digas eso que se me pone una cara de boba sentimental... :) Muchísimas gracias, guapa, sabes que es recíproco!!
EliminarUn besazo para ti también, y espero leer esa entrada, tiene que ser preciosa!!
Pilar, me has emocionado. No sé cómo agradecerte esta entrada. Eres una persona muy generosa, muchísimo. Millones de gracias! Espero, como dicen muchas lectoras, verte pronto entre nosotras, a tus obras, porque tú estás en nuestro corazón. Gracias, amiga y compañera de letras, muchas gracias!!! Y gracias a todas las lectoras de este blog que nos apoyan, sin vosotras no somos nada.
ResponderEliminarNo hay nada que agradecer, lo que hecho de corazón, tal cual lo sentía. Os deseo lo mejor, que sigáis deleitándonos con vuestras letras, y que sigas emocionándome con tus historias tan bonitas y tan bien escritas. Mereces estar donde estás y escalar aún más, por tu calidad narrativa y por tu calidad humana.
EliminarUn beso!!
Que bonito homenaje mucha suerte a todas. Besos
ResponderEliminarGracias, Rocío! :)
EliminarUn beso!
Querida Pilar, he tardado en contestarte porque quería hacerlo con tranquilidad, llevo un par de días intensos y dispersos; pero te había leído, y lo he vuelto a hacer.
ResponderEliminarMe conmueve tu escrito, que te hace grande y generosa. Leyendo estas letras me he sentido muy pequeña a tu lado. ¡Cómo escribes! Y ¡con cuánta sensibilidad!
Me siento muy, muy honrada y afortunada de tenerte entre mis lectores, y sé que pronto yo estaré entre los tuyos, de hecho ya lo estoy.
Gracias por tanto como haces por nosotros y nuestros libros.
Un abrazo.
¡Ay, que suspiro se me acaba de escapar, hija de mi vida, que soy de lágrima fácil, no me digas estas cosas, por Dios! Es un placer para mí leeros y compartir mis impresiones directamente con vosotras, pero sobre todo es un placer que me emocionéis con vuestras historias, y comprobar de vuestra mano cómo pueden conseguirse metas cuando una cree en sus sueños y los persigue. Siempre me miro y me comparo con las personas que despiertan en mí algo que admirar, porque es la mejor forma de seguir aprendiendo, de evolucionar, de tomarlas de ejemplo positivo para aspirar a nuestras propias metas sin miedo, y eso implica reconocerle esas virtudes, incluso públicamente, porque admitir que los demás son grandes no tiene por qué hacernos más pequeños de lo que somos.
EliminarUn besazo, guapa y mucha suerte!!
Gracias.
EliminarPilar, Como agradecerte esta entrada.... Te engrandece, como escritora y como persona.
ResponderEliminarSoy una bloguera que te sigue hace mucho, con otro nombre, otro pseudónimo, pero hoy quiero presentarme ante ti como la presidenta del club de fans de Mercedes Pinto, gran escritora, gran persona y mejor amiga. Ver este apoyo entre vosotras, mujeres, de las que tanto se habla que existen rivalidades y envidias... Es mágico y a la vez es una realidad. Ojalá y el mundo de los escritores tomara ejemplo, porque conozco muchos a los que podría poner nombre que también han salido de aquí, de las redes sociales, de la blogosfera, que ahora están en lo alto y reniegan de su vida pasada. Y eso ofende a los que los apoyamos en su nacimiento. Pero vosotras estaréis entre nuestros brazos siempre.
Mil gracias por esta entrada.
Vaya, Cita, pues me encantaría saber si yo tengo el placer de conocer a ti como bloguera, porque lo contrario sería una pena, con las palabras tan bonitas que me dedicas y las verdades tan grandes que acabas de decir. Siempre he pensado que la envidia destruye no solo al otro, sino a uno mismo, porque terminas quedándote solo cuando la mejor forma de avanzar es ayudándose mutuamente; hoy por mí y mañana por ti, sin intereses ni conveniencias. Por otra parte, es una lástima que existan personas que renieguen de sus orígenes, de sus amigos, de aquellos que les apoyaron al nacer y en su camino. Pensarán que se enriquecen como escritores al adoptar ese aura de la que hablaba en la entrada, pero aunque así fuera -que no lo creo- se empobrecen como personas, que al fin y al cabo es lo que debe prevalecer por encima de todo. Es curioso que quienes más presumen de su éxito profesional, son los que suelen tener más carencias a nivel humano :)
EliminarGracias por dejarme tu comentario!
Un beso!
Preciosa y emotiva entrada Pilar! Me uno a tus felicitaciones a estas grandes escritoras y a tus deseos de éxito. Me falta por conocer a Antonia J. Corrales y a María José Moreno, que las tengo entre mis pendientes y con muchas ganas de disfrutar de sus novelas. De Mayte aún me quedan novelas suyas por disfrutar, al igual que de Mercedes. Me parece que en mi carta a los Reyes voy a pedir estos libros en papel, a ver si he sido buena este año y me hacen casito.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pídelos, pídelos, Margari, no te vas a arrepentir! :) Yo he leído algo de las cuatro, pero tengo algunos más pendientes que iré leyendo en cuanto el tiempo me lo permita, y los que vengan después, porque éstas no paran de crear, son unas máquinas, jajaja.
EliminarGracias, guapa!
Un beso!!
¡Hermosa carta, Pilar! Merecido homenaje a unas extraordinarias escritoras sin duda. Salto de alegría por ellas y por esa emotiva carta, muy descriptiva y real. Es verdad que las redes nos acerca, que conocemos a gente de otros países, que hacemos amigos a través de las letras - algo impensable hace unos pocos años -, pero, siempre se extraña ese calor humano, ese sentir la piel, el abrazo de un/a amiga/o, aunque, nos queda esa feliz sensación de poder volver a vernos en cualquier momento. ¡Eres una grande, guapa!!
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