Vacaciones. Tiempo de cambiar de aires, de desconectar, de romper con la rutina, de parar el carro y dedicarse a pensar, a reflexionar, a analizar, valorar y sopesar muchos aspectos en los que hemos estado inviertiendo parte de nuestro tiempo y de nuestro esfuerzo, y hacer balance del resultado para decidir, si resulta posible, si merece la pena continuar.
Nunca he querido hacer de la escritura un modo de vida, una necesidad de la que no pueda prescindir, porque considero que todo aquello que se convierte en algo que nos hace ser dependientes, nos esclaviza, por mucho placer que nos reporte. Y yo no quiero ser esclava de nada ni de nadie. Quiero apreciar y disfrutar de todos los matices posibles de esta vida que nos ha tocado vivir y, a ser posible, compartirlos con quienes tengo a mi alrededor. Pero un gran defecto, o una gran virtud -según se mire-, me ha acompañado siempre, y es el perfeccionismo con que me gusta hacer las cosas, por no mencionar otra máxima en mi vida que me "autoobliga" a seguir adelante y que se repite dentro de mí como un eco incansable: "Lo que se empieza, se termina, nunca se abandona". Pero, ¿cuándo acaba esta experiencia? ¿En qué momento debo soltar las manos de "mis niñas" para que caminen solas hasta... quién sabe dónde? Eso es lo que no sé. Y eso es precisamente lo que debo dilucidar.
Todo el mundo tiene sueños. Yo también. Pero la parte racional de mi cerebro siempre ha ocupado bastante más de la mitad de su volumen y eso me ha permitido, y me sigue permitiendo, tener los pies en la tierra y la cabeza fría, muy fría. Y despierta. Lo suficientemente despierta como para analizar con realismo cualquier mínimo detalle que surja en torno al libro, cualquier actitud hacia él, y extraer conclusiones, de forma continua y permanente.
En este año y pico de andadura he aprendido muchísimo (aunque siento que aún me queda un infinidad de cosas por aprender) del mundo literario, de las redes sociales, de los lectores, de los bloguers, de los seguidores de un blog...Y he podido apreciar muchas cosas y sacar en claro otras tantas, pero que unidas me llevan a la confusión. Hasta ahora he visto publicadas casi una treintena de reseñas excepcionales que me han emocionado, que me han hecho estar segura de que estos relatos merecía la pena compartirlos. Tal vez estas críticas hayan sido las que me han dado la fuerza y el ánimo suficiente para llegar hasta aquí. De haber recibido valoraciones mediocres o negativas, mi mente realista hubiera admitido sin rubor y sin dilación que el camino había terminado y no hubiera dudado en dar esta bonita vivencia por concluída. Pero son ellas y ellos, quienes están detrás de esas palabras vertidas en un papel o en la pantalla de un blog, las que hacen que me resista en el fondo a abandonar el empeño de llegar más lejos, de que estas historias tengan un alcance mayor. Sin embargo, en estos momentos en que la incertidumbre asola mi cabeza, tengo la sensación de haber llegado a un callejón sin salida con un alcance mayor de lo que supone la red. Es conocido en la blogosfera, las críticas son excepcionales, pero muchos aún tienen miedo a leerlo, se resiten a enfrentarse a él por desgana, por preferencias alternativas (muy respetables), por menosprecio al ser autoeditado o por ciertos prejuicios (en relación a su género y temática) muy difíciles de superar y de vencer (en la mayoría de los casos).
En este tiempo ha ocurrido de todo: amigos que lo han leído porque me conocían, blogs que lo pidieron a la editorial para reseñarlo, blogs que me lo pidieron personalmente y que han terminado por leerlo o no, blogs a los que yo se le ofrecí y que accedieron gustosos, disfrutando de él en algunos casos o dando preferencia a otras lecturas en otros (cosa que no me produce emociones negativas por comprensibles), blogs a los que les tocó en algún sorteo junto a una alegría evidente por su parte, o por el contrario, con el lamento encubierto por no estar en la línea de sus preferencias de lectura. Incluso creo poder asegurar que también existe quien está en la tesitura de haberlo leído y no saber muy bien lo que aportar de nuevo a sus seguidores con respecto a él. He contestado entrevistas, algún que otro programa de radio y he luchado con la editorial y los medios por que éste sea accesible. Y ahora me pregunto, haciendo un balance del esfuerzo invertido y a la vista de las circunstancias en contra que lo rodean (género, temática, autoedición, ideas preconcebidas...): ¿Seguimos o paramos? Y esta pregunta que me hago es válida tanto para "Ellas" como para el blog. ¿Seguimos escribiendo en éste último para ese puñado de amigos que siempre me acompaña de forma incondicional o reservamos los esfuerzos para invertirlos en mejores empresas?
Espero que la calma, el sol, la playa, la piscina, la familia y los buenos amigos me den las respuestas. Y por supuesto mi mente racional, realista y "antiutópica".
Mientras tanto, mil gracias de corazón a quienes creísteis en mí y en las posibilidades de este proyecto. Sin vosotros, nada hubiera sido igual.
Mi opinión sincera ya la sabes. Sabes lo que me aportó tu libro y sabes que espero que venga el siguiente, pero también entiendo que eres tú quién tiene que valorar la continuidad en este mundo de los libros y valorar si los esfuerzos merecen la pena. Por mi parte, yo creo que sí que lo han hecho, pero claro, es mi punto de vista, el que vale es es tuyo. Espero que sigas dándonos esos relatos que emocionan, que hacen reflexionar y que ponen la piel de gallina y el alma en un puño. Lo haces fenomenalmente bien!!! y espero que sigas haciéndolo. Aquí estaremos para apoyarte!!!
ResponderEliminarUn besote!!
Pilar, ya sabes que no quiero que abandones este barco por nada del mundo. Entiendo lo duro que es el tener que estar todo el día dando a conocer el libro y luchar para que la gente lo lea y se olvide de tantos prejuicios y descubra estas maravillosas historias. Disfruta de estas vacaciones, relájate y ya veras que a la vuelta lo ves todo de otra color. Nunca dejes de escribir, es lo que te gusta y te llena y tienes que continuar con ello aunque tan solo sea para ti o para el blog. A mi me dolería mucho que dejaras el blog, pero si es tu decisión la aceptaré, y me quedaré con el haber ganado a una gran amiga a la que quiero un montón. Puedo entender que no tengas ganas de afrontar otra vez el autoeditar un libro pero podrias ponerlo en Amazon. Todos necesitamos que las cosas no se vuelvan una obligación, a mi me ha ocurrido con el blog, quise abarcar demasiado, pero voy a seguir aunque sea más despacito y disfrutando de los amigos que tengo por aquí. Bueno, no soy capaz de decirte nada más, estoy llorando. Ya sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Animo!!
ResponderEliminarUn besazo, guapa!!
Difícil tesitura en la que te encuentras: poco puedo aportar a tu dilema. Desgraciadamente no he tenido la oportunidad de leer tu libro, aunque ganas no me quedan: las críticas que he leído son fabulosas y las iniciales reticencias que podía tener, han caído por su propio peso; quizás eso no hubiera sido así si no me hubiera encontrado con tan buenos argumentos para leerte en la blogosfera. Ojalá este tiempo de relax te sirva para aclarar ideas, pero te deseo toda la suerte del mundo en el camino literario, porque creo que, si tanta gente te apoya y alaba tu obra, es porque de verdad lo mereces. Mucho ánimo, 1beso!
ResponderEliminarPues espero que en estas vacaciones logres la respuesta, porque eres tú solamente quien tiene que darla. Eres tú la que va a seguir escribiendo, a seguir luchando... Lo que has luchado hasta ahora yo creo que bien ha merecido la pena. Tus chicas han conocido a muchos lectoras y también lectores y ha hecho pasar muy buenos ratos a la mayoría. E incluso se le ha llegado a coger cariño a más de una de ellas, porque son tan vivas que es imposible no hacerlo.
ResponderEliminarOtra cosa es el tiempo que esta lucha puede quitarte a tu vida diaria, a tu familia, a tus amigos, a tu trabajo... Y eso sólo lo sabes tú. Nosotros solo podemos decirte que hemos disfrutado con tus relatos, que nos hemos emocionado, llorado y reído con ellos... Que el talento te sobra para este mundo literario. Y que me ha encantado conocerte, que siempre me has hecho sentir muy bien en tu rincón. Y me daría mucha pena no volver por aquí. Aunque sea poquito, pero volver. Y leerte, y compartir opiniones... Y de vez en cuando disfrutar con alguno de tus personajes.
¡Disfruta de tus vacaciones! Estaremos pendiente de tu decisión.
Besotes!!!
Tiempo, tiempo, date tiempo, ya veras como tu misma encontrarás la respuesta. Confía en ti.
ResponderEliminarMuchos besos
Lo más importante ahora creo que es que intentes disfrutar de tus vacaciones, de esos días de desconexión dentro de lo posible. Y seguro que más descansada lo verás todo más claro. Por supuesto, ni que decir tiene que, tomes la decisión que tomes, los que hemos estado aquí hasta ahora seguiremos estando (hablo por mí, pero seguro que no soy la única que piensa así). Y por supuesto, por mi parte estaría encantada de que no te dieras por vencida y decidieras seguir adelante con esto. :-)
ResponderEliminarCreo que has hecho más de lo que cualquier escritor, con todos los obstáculos que tiene tiene tu libro -en especial los prejuicios de muchos- se hubiese planteado llevar a cabo. Creo que un libro es para su autor como un hijo. Y llega un momento que hay que dejarle volar libremente, aunque a nosotros nos parezca que es demasiado pronto. Posiblemente, haya llegado el momento en que tienes que plantearte abordar otras historias, porque tienes mucho que contar y mientras sigas esclavizada a esta promoción, no verás la manera.
ResponderEliminarUn beso.
Tengo mucha suerte de contar en este blog con el apoyo incondicional y con la compañía constante de un pequeñito pero genial grupo de buen@s amig@s, que se han convertido en una familia internauta muy especial para mí, y para quienes resulta un placer publicar y escribir.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por vuestras palabras, por vuestro ánimo y por esos consejos que acojo con los brazos abiertos, no sólo por lo que me aportan, sino porque sé que además han sido dichos desde el corazón. Me demostráis de nuevo que estáis ahí. No sabéis cuánto os lo agradezco.
Un besazo grande.
En este año... en menos de un año te conocí virtualmente como autora de un libro del que había leído que se trataba de historias de mujer. Descubrí el libro, por delante de otras lecturas que tenía en mi lista y me encontré un libro que era bastante más que historias de mujeres. No me pareció un libro para mujeres así que se lo dí a leer a un hombre antes de reseñarlo para ver si le gustaba a mi.... digamos "parte hormonal". Le gustó también.
ResponderEliminarTe he seguido leyendo tus relatos, entradas y reflexiones. Te has alejado un poco de unos tonos y has tomado un poco otros pero sigues siendo una autora que se acerca mucho al lector haciéndole sentir las letras y, lo que es más complicado, consiguiendo que al leerte tengamos la certeza de saber como te sentiste tú al escribirlo. Te he visto en prensa... me faltó poder acudir a alguna presentación, pero no pierdo la esperanza de hacerlo, y cruzo los dedos porque sea en la presentación de tu siguiente título.
Esta es la percepción de una lectora cualquiera :)
Besos
Gracias por tu valoración y por tus confesiones con respecto a mi libro y a mí, son muy de agradecer.
EliminarCon respecto a estos tonos de los que hablas, soy consciente de que los ha cambiado ligeramente en el blog y en aquello que publico en él, pero los relatos largos que sigo escribiendo y que guardo como oro en paño para una ¿imprevisible? futura ocasión siguen el mismo tono del libro que tantas satisfacciones me ha dado. Me alegra saber que consigo transmitir aquello que siento y me alegra contar con vosotros para hacérmelo saber, si no, estaría perdida.
Un beso, guapa.