”Hay una vida entera a partir de pequeñas partes, historias, que no tenemos que haberlas vivido para comprender lo que significarn. Porque si algo consigue la autora es destilar empatía por sus personajes, comprendemos cada gesto en apenas unas pocas palabras. No necesitamos más. Lo hace con un estilo sencillo y cuidado que nos incita a la complicidad, al secreto a media voz delante del café, la confidencia velada del amigo íntimo. Y pese a que el personaje global es el corazón femenino, no estamos ante personajes desvaídos que caigan en tópicos fáciles. Consigue la autora crear interés en cada situación, generar la duda y que perduren los nombres en la memoria del lector."
"Conoceremos tambien a su autora, o esa sensación me ha dejado a mí el libro. La de conocer un poquito a su autora, como si en muchas de sus partes hubiera ido dejando pedacitos suyos".
Ésta es sólo una pequeña parte de la reseña publicada por Mientrasleo en su blog Entre montones de libros. Como en otras tantas ocasiones, la he leído con detenimiento, analizando no sólo sus palabras sino también lo que se esconde detrás de ellas.
Mientrasleo no suele hacer reseñas convencionales, no suele esbozar críticas formales de continente ni de contenido, ni termina afirmando categoricamente si un libro es bueno o malo literariamente hablando. Se limita a expresar su opinión personal basada en sus propias apreciaciones con respecto al libro, lo que le ha suscitado su lectura, las sensaciones que le ha causado, las impresiones que han quedado latentes tras volver la última página. Con lo cual sus reseñas me merecen el más absoluto de los respetos porque queda claro que son el producto de su personalísima opinión.
Conforme iba leyendo todos y cada uno de los párrafos publicados por ella, yo iba asintiendo con la cabeza, mostrando mi conformidad con su forma de enfocar el contenido del libro, y sonriendo, por supuesto, ante una crítica positiva muy en la línea de lo que se había publicado hasta ahora. Pero me detuve al llegar a esa última parte en la que trasciende los límites de la obra literaria para pasar a hablar de mí.
Leí y releí unas cuantas veces esas dos o tres últimas líneas y, desde entonces, no he dejado de reflexionar cuánto hay de verdad en lo que afirma. De la negación más absoluta he pasado a admitir que puede llevar razón. Comencé interpretando sus palabras como si éstas insinuaran que parte de esas experiencias las había vivido yo. Pero después descubrí que tal vez no se refieran a hechos, sino a sentimientos, a emociones. Y he terminado finalmente por asentir a esta última parte escrita tanto como a la primera.
Si muchas de las mujeres que han leído estos relatos se han sentido identificadas con retazos de las historias que en ellos se cuentan, con el sentir de sus protagonistas y, tal vez, con su forma de pensar o de reaccionar ante diversas tesituras de difícil solución, ¡cómo no voy a sentirme yo identificada con ellas si soy quien las ha parido, si he sido quien las ha sentido profundamente hasta hacerlas nacer!
Sí, puede que sea cierto que haya trocitos de mí dispersados por todas y cada una de estas historias. Pero más que en sus vivencias, en una parte de sus sentimientos. Puede que en determinadas ocasiones mi sentir como mujer haya franqueado los límites del corazón para llegar hasta el papel. Y puede que ésa haya sido la consecuencia inevitable de poner el alma en todas y cada una de las palabras que he escrito.
Gracias por la reseña y por permitirme seguir descubriendo aspectos con los que no dejo de sorprenderme. (leer reseña completa)
"Conoceremos tambien a su autora, o esa sensación me ha dejado a mí el libro. La de conocer un poquito a su autora, como si en muchas de sus partes hubiera ido dejando pedacitos suyos".
Mientrasleo no suele hacer reseñas convencionales, no suele esbozar críticas formales de continente ni de contenido, ni termina afirmando categoricamente si un libro es bueno o malo literariamente hablando. Se limita a expresar su opinión personal basada en sus propias apreciaciones con respecto al libro, lo que le ha suscitado su lectura, las sensaciones que le ha causado, las impresiones que han quedado latentes tras volver la última página. Con lo cual sus reseñas me merecen el más absoluto de los respetos porque queda claro que son el producto de su personalísima opinión.
Conforme iba leyendo todos y cada uno de los párrafos publicados por ella, yo iba asintiendo con la cabeza, mostrando mi conformidad con su forma de enfocar el contenido del libro, y sonriendo, por supuesto, ante una crítica positiva muy en la línea de lo que se había publicado hasta ahora. Pero me detuve al llegar a esa última parte en la que trasciende los límites de la obra literaria para pasar a hablar de mí.
Leí y releí unas cuantas veces esas dos o tres últimas líneas y, desde entonces, no he dejado de reflexionar cuánto hay de verdad en lo que afirma. De la negación más absoluta he pasado a admitir que puede llevar razón. Comencé interpretando sus palabras como si éstas insinuaran que parte de esas experiencias las había vivido yo. Pero después descubrí que tal vez no se refieran a hechos, sino a sentimientos, a emociones. Y he terminado finalmente por asentir a esta última parte escrita tanto como a la primera.
Si muchas de las mujeres que han leído estos relatos se han sentido identificadas con retazos de las historias que en ellos se cuentan, con el sentir de sus protagonistas y, tal vez, con su forma de pensar o de reaccionar ante diversas tesituras de difícil solución, ¡cómo no voy a sentirme yo identificada con ellas si soy quien las ha parido, si he sido quien las ha sentido profundamente hasta hacerlas nacer!
Sí, puede que sea cierto que haya trocitos de mí dispersados por todas y cada una de estas historias. Pero más que en sus vivencias, en una parte de sus sentimientos. Puede que en determinadas ocasiones mi sentir como mujer haya franqueado los límites del corazón para llegar hasta el papel. Y puede que ésa haya sido la consecuencia inevitable de poner el alma en todas y cada una de las palabras que he escrito.
Gracias por la reseña y por permitirme seguir descubriendo aspectos con los que no dejo de sorprenderme. (leer reseña completa)
Me alegra que te gustara. Como bien dices, me limito a dar mis opiniones, las sensaciones que me llega a transmitir una lectura ya que para hablar de prosas y de recursos ya están otros. Yo disfruto leyendo y es lo que intento plasmar.
ResponderEliminarEnfocaste bien mi comentario, no te preguntaba por las experiencias, si estaban basadas en alguna tuya, porque no era esa la sensación que transmitía, sino la parte de la mujer que queda reflejada en el conjunto del libro. Los sentimientos que se desprenden tanto de las historias principales como de gestos que van enlazados a ellas.
Eso ha sido, además, lo que me ha enamorado del libro. Aunque aquí si diga que está escrito de una forma impecable y fluída en el paso de un relato a otro, sin cortes abruptos, lo que realmente te llega es la empatía que desprende y que te hace reflexionar en cada historia y, una vez lo cierras, sobre el conjunto.
Gracias por presentarme a todas esas mujeres.
Un beso
Lo curioso de todo esto es que a estas mujeres las conocemos todos, pero la mayoría de las veces no nos detenemos a mirarlas bien ni a pensar lo que se oculta detrás de su fachada.
ResponderEliminarGracias a ti por interpretar más allá de las palabras.
Un beso.