Hay
cosas que no se pueden prever. Nos empeñamos en planificarlo todo, sin querer
ser conscientes de que la vida muchas veces marca su propio rumbo y que las
casualidades, las circunstancias que nos rodean y alguna que otra fuerza oculta
que no sabemos de dónde sale nos impulsan a elegir un camino que puede ser,
para nuestra sorpresa, el acertado.
No voy a
explicar cómo surgió todo esto, eso lo dejo para más adelante. Hoy solo quiero
manifestar mi alegría, mi entusiasmo, mi satisfacción por el trabajo hecho, mi
estado de agitación ante esta nueva aventura que empieza (bueno…, que empieza
de forma pública, porque para mí ya comenzó hace nueve meses, como un embarazo en
toda regla, jaja). Hoy solo quiero expresar mi propia sorpresa por el devenir de los
acontecimientos y por el hecho de verme con una nueva novela próxima a publicarse a tan
solo cinco meses de haber dado luz a Los
colores de una vida gris. Los entendidos en este mundo literario tal vez me
digan que no he hecho bien, que debería haber espaciado el nacimiento entre una
y otra. ¡¡Pero oiga, una no siempre se queda embarazada por voluntad propia,
los accidentes ocurren y yo en esta parcela de mi vida, a la que me dedico por
mera afición y sin estratagemas, estoy dispuesta a dejarme accidentar si con
ello disfruto como lo estoy haciendo ahora!! Y lo que tenga que venir, vendrá.
Me siento
pletórica por haber gozado de la confianza de Editorial Palabras de Agua para
esta andadura y debo decir que, hasta el momento, ha sido un auténtico placer
trabajar con ellos, porque me he sentido parte integrante de su familia en
sentido amplio, profesional y hasta personal, brindándome la oportunidad de
participar activamente en los detalles que trascienden a la propia historia de
la que soy autora.
Y me siento
pletórica además porque tengo la sensación de estar ofreciéndoos algo que
merece la pena. La humildad siempre ha sido una máxima en mi vida, pero el
perfeccionismo también, y siento en mi fuero interno que no habría sido capaz
de sacar a la luz esta nueva historia si no pensara que es digna de estar ahí.
Aunque seréis vosotros, por supuesto, los que terminéis confirmando si estoy en
lo cierto o me equivoco, cosa que asumiré como ya he asumido algunas otras que
me han ayudado a seguir aprendiendo y mejorando.
¿A qué
llamas tú amor? es una novela de
Ficción erótica. Pero quienes me conocéis o habéis leído cualquier historia
(larga o corta) de las que ya he publicado antes a través de cualquier medio,
sabréis que hay ciertos elementos en cada una de ellas de los que, hoy por hoy,
yo no podría prescindir: sentimientos, emociones y, sobre todo y ante todo,
reflexión. Y todos ellos están muy presentes en esta nueva obra, porque forman
parte de mí y de mi manera de entender la literatura y practicarla. ¿A qué
llamas tú amor? es una novela intimista de corte erótico que va mucho más allá
del sexo o del erotismo. Es una novela con trasfondo, con una historia de base
que te removerá y te hará plantearte más de una cuestión a nivel personal y de
pareja. No podría ser de otra forma. Porque yo solo concibo escribir erótica si
es el sexo el que está a merced de la historia, que para mí es lo que realmente
importa, y no al revés; con mis máximos respetos hacia quienes lo hacen, yo personalmente no me sentiría cómoda escribiendo una historia vacía que
solo sirviera de excusa a las “escenas de cama”. Cuestión de gustos, nada más.
O tal vez de estilo propio.
Espero que
os guste. Y espero que la forma en que está escrita permita a cualquier lector
o lectora acercarse a ella y disfrutarla. Aunque no sea simpatizante de este
género.
¡¡Ya me
contaréis, guap@s mí@s!! Mil gracias por acompañarme una vez más!!